Bolsas blancas
El triángulo ·
No suelo conseguir que el material esté sin tintar con referencias del establecimientoA estas alturas de la película somos mayoría, creo, los que tenemos conciencia de que las bolsas de plástico de un único uso son muy perjudiciales para los ecosistemas. El 70% de las mismas va a parar al medio ambiente, normalmente al mar, según estudios varios. Y como consecuencia, los océanos acaban acumulando 12 millones de toneladas de plásticos anuales. Fruto de esta contaminación, como poco perdemos un millón de aves y 100.000 mamíferos marinos cada 365 días.
Uno en lo posible intenta no usarlas. Pero a veces toca comprar alguna cuando se hacen compras en los supermercados. Llegado este caso, me estoy topando con una realidad que me desagrada. No suelo conseguir que el material esté sin tintar con referencias del establecimiento.
La legislación es la que es. Y entiendo que, en sus fundamentos principales, acertada. Si se quiere material contaminante, hay que pagar por ello. Y es de agradecer que esté prohibida desde 2020 la venta de bolsas que pueden degenerar en microplásticos. Asumiendo estos conceptos, no obstante, igual va siendo hora de todavía ser más restrictivos. Las bolsas de plástico en España tienen que venderse sin tintar. De este modo, al menos se dejará de contaminar por los procesos de manchado del material.
Y llegado el caso de que se recoja el guante, mientras se concreta la regulación, toca demandar desde ya mismo a los negocios que tengan la consideración de contar con remanentes de material en blanco. Si quieren hacerse publicidad, que se valgan de otros medios, que los hay, por doquier. Y si insisten en seguir ofreciendo material con su marca y logotipo, que no sea encima obteniendo beneficio económico.