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El blues del bluf y el vals de Vélez

Tribuna libre ·

Tan sólo 9 países, 9 apoyos, de un total de… 27 estados miembros que, por lo que se ve, entienden esto del Turismo como casi un 'mal menor', y al que de hecho ni siquiera destinan una partida específica en los presupuestos de la UE

Lunes, 5 de octubre 2020, 09:12

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ues y bluf, si bien tienen origen anglosajón, son palabras cuya españolidad está reconocida por la madre de todos los vocablos de este nuestro país de piel de toro, la Real Academia Española (RAE), a través de su obra lexicográfica y académica por excelencia: su diccionario.

Así, define blues como la «forma musical popular surgida entre la población afroamericana del sur de los Estados Unidos, que se caracteriza por su ritmo lento y su tono melancólico». Canciones más bien tristonas, como aquella que daba pie al título y a la entradilla musical de la serie policíaca de los 80 'Canción triste de Hill Street', en inglés, 'Hill Street Blues'.

Por otra parte, la RAE describe bluf con tres acepciones o significados. De los cuales, y para el asunto que nos ocupa, nos quedaremos con el primero de ellos, «montaje propagandístico destinado a crear un prestigio que posteriormente se revela falso».

Ni a mí, ni a muchos mis, nos cogió por sorpresa. Porque dadas las experiencias acumuladas y aún contra nuestro deseo, ya habíamos anticipado - incluso a través de las ondas atlánticas y de las letras de imprenta- que aquello no iba a ir más allá de una simple declaración de intenciones que ya se vería cómo y cuándo se llegaría realmente a materializar en decisiones inmediatas y eficaces, en pro de la necesaria reactivación de nuestro turismo, economía y empleo.

Me refiero concretamente al destacado anuncio que unas semanas antes había realizado, en la propia sede de Presidencia del Gobierno de Canarias, la Ministra de Turismo, Reyes Maroto, al clamar a los vientos alisios en la festividad del santo más 'aldeano', San Nicolás de Tolentino, algo así como que «…el próximo 28 de septiembre los ministros europeos de Turismo aprobaremos un nuevo protocolo, a remitir a la Comisión Europea, para reactivar el sector que incluirá los test PCR de diagnóstico del coronavirus a los turistas, tanto en origen como en destino, con el fin de crear corredores seguros para tratar de salvar la temporada de invierno, amén».

Mismo mensaje que al día siguiente, a los pies del majestuoso Teide, reiteró la ministra a los alcaldes allí presentes de la Asociación de Municipios Turísticos de Canarias (AMTC). Ministra Maroto a la que, por cierto, sí hay que reconocerle que al menos no deja de estar en contacto permanente con nuestro gobierno regional, así como de visitarnos con relativa asiduidad para atender al sector. No como otros.

De ahí (el referido que no nos cogiera por sorpresa) que, dada nuestra urgentísima necesidad económica y laboral de recibir ya un manojo de turistas que echarnos a la boca, semanas después de dicho anuncio y ante las 'expectativas' generadas, al saber del resultado final de la reunión Skype de los europeos ministros turísticos, no pudiera evitar yo expresar y compartir un hastiado «menudo bluf» que casi apunta a 'trending topic'. Y que no por esperado generó decaimiento anímico cual blues de Nueva Orleans en 'Tiana y el sapo'.

Engullir, de la A a la Z, tanto la nota oficial de prensa de nuestro hispano turístico ministerio como la declaración 'conjunta' de los ministros del ramo tras dicha cumbre europea, fue como volver a sentirte espectador de Eurovisión, cual noche sabatina de un mes de mayo. Esa histórica competición musical entre países de Europa…en la que ya participa hasta Australia. Y a la que -a saber por qué- siempre acabamos enganchados a pesar de que no ganamos desde antes de aquel antológico «…ay quién maneja mi barca, quién…que a la deriva me lleva, quién…» de una descalzada pero visionaria Remedios Amaya en 1983 que recuerden nos reportó…0 points.

Casi los mismos 0 points que ha vuelto a obtener Spain respecto a su conjunto de propuestas para la reactivación del sector turístico en Europa, al obtener los apoyos –cual anual votación telemática del eurovisivo jurado- de…Luxemburgo, Eslovenia, Austria, Croacia, Grecia, Malta, Francia, Italia y, por supuesto, Portugal, que siempre nos da 12 puntos. Tan sólo 9 países, 9 apoyos, de un total de… 27 estados miembros que, por lo que se ve, entienden esto del Turismo como casi un 'mal menor', y al que de hecho ni siquiera destinan una partida específica en los presupuestos económicos de la Unión Europea.

Referida declaración conjunta en la que, conforme a nuestros intereses turísticos y económicos echamos en falta la 'firma' de todos nuestros principales mercados emisores. Bélgica, Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Finlandia y Alemania, además de Noruega (que no está en la UE, pero sí en la Asociación Europea de Libre Comercio AELC) y del Reino Unido (que ya saben dónde está tras el Brexit: out). Huérfanos del 'Guayaminí, twelve points'.

Pero como acontece que el hastío del sector empresarial turístico privado ante la inacción de las instituciones y administraciones públicas en general, respecto a medidas concretas para reactivar la economía, no es sólo patrimonio regional o nacional, sino que también recorre toda la columna vertebral de las pymes, grandes conglomerados empresariales y trabajadores autónomos de toda Europa, de repente y a renglón seguido de las 'conclusiones' de los ministros de Turismo, un actor turístico tan destacado como el mayor touroperador del mundo, TUI, ha decidido retomar los vuelos a Canarias «diga lo que diga Berlín».

Gesto empresarial desafiante, en pro de la defensa de sus lícitos intereses económicos, que tanto conviene a Canarias en general, y que bien aún mejor podría representar ese 'aleteo de una mariposa' (en metáfora de las alas de sus aviones) que acaba provocando –aunque sea pausadamente y por efecto dominó- un tsunami de aviones en el cielo de otras líneas aéreas y TT OO rumbo a las islas, al lograr despertar del letargo decisorio a otras tantas empresas y agentes turísticos europeos estratégicos para nuestro futuro.

Porque si para este invierno hay una «vacuna eficaz» disponible para la salvaguarda de la viabilidad y futuro económico de empresas y trabajadores, no sólo de Canarias, sino del resto de España y de toda Europa, esa es la vacuna ValsCanarias. De especial interés -dicha vacuna- curiosamente para todos esos países UE que, cortos de mira, optaron por no suscribir la declaración conjunta de los ministros de Turismo europeos, aun siendo países sedes de numerosas empresas turísticas de las que dependen miles de puestos de trabajo.

Vacuna ValsCanarias, que empieza sus ensayos vía esa inesperada iniciativa privada formato golpe sobre la mesa. Y que, acompañada de una estrictísima observación por la población local de las normas y medidas sanitarias contra el Covid-19, así como de una –parece que por fin- reacción algo más práctica e institucional del GobCan, nos podría permitir pasar de un blues bluf a un imprevisto y emotivo vals con el que volver a bailar con nuestros mercados emisores. Alemania, Bélgica, Reino Unido, …, lugares donde realmente empieza a hacer frío. No sólo climatológico, sino también económico.

Vals como el que magníficamente propuso e interpretó nuestro querido José Vélez en Eurovisión de 1978, con su atemporal y motivador 'Bailemos un vals'. «Oh, Michelle, dónde estás, yo no sé si tú recordarás, el verano que juntos pasamos los dos, y que nunca podré yo olvidar…sólo espero que un día regreses a mí…Voulez-vous danser avec moi? ¿Quieres que bailemos un vals?». Búsquenlo en Youtube, y anímense y deléitense aunque sea por un instante.

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