Asesinatos de periodistas en Gaza
El gobierno de Benjamin Netanyahu se presenta como el pilar de la única democracia de Oriente Medio, aunque sus actos lo desmienten. La represión sistemática ... de los contados periodistas presentes en la Franja de Gaza, incómodos para sus intereses, y la prohibición de entrada a los periodistas extranjeros que puedan contar al exterior lo que sucede, constituyen un capítulo tenebroso propio de las dictaduras más crueles. Desde que empezó la invasión israelí de la Franja 250 periodistas han sido asesinados por ejercer el simple oficio de informar y mostrar las imágenes y los testimonios que conmocionan al mundo.
El Ejecutivo hebreo recurre al burdo pretexto de acusar sin pruebas a esos profesionales de estar vinculados a la organización terrorista Hamás, pero es su trabajo como testigos de lo que allí sucede lo que realmente les ha convertido en objetivos militares. Porque la denuncia de la situación, calificada de catástrofe humanitaria por la ONU, es lo único que puede frenar esta tragedia al apelar a la comunidad internacional a presionar al Ejecutivo de Netanyahu. Desde los execrables atentados terroristas del 7 de octubre, hace ya casi dos años, el líder de Israel lleva a cabo una represalia tan desproporcionada como ineficaz para el objetivo de la liberación de los rehenes. Todo ello sin consultas ni votaciones de la ciudadanía israelí, que asiste a la descalificación mundial de su pueblo. Hoy cientos de medios de comunicación en el mundo censuran, a iniciativa de RSF, el trato que allí se da al periodismo, un oficio relacionado en su misma esencia con la democracia.
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