El porqué de la fuga de pilotos de Ryanair

Ryanair entiende que como es una compañía de bajo coste su personal también es low cost. La mayoría de sus pilotos, y hablo con conocimiento de causa porque conozco a un par de ellos (que están acumulando horas para dar el salto en cuanto puedan a otra mejor), están contratados como autónomos aunque cumplen un horario y el plan de trabajo de Ryanair. Es lo que en España llamamos los falsos autónomos, un fórmula irregular de contratación a la que se acogen muchas empresas para ahorrarse costes laborales, como por ejemplo, la Seguridad Social (además sus pilotos están dados de alta en Dublín, con lo que España no percibe ni un euro).

Esta modalidad de contratación permite a Ryanair pagar solo las horas en ruta en lugar de una jornada laboral completa. Es decir, que si un piloto hace la ruta Gran Canaria-Milán, por poner un ejemplo, solo se le paga las horas de vuelo: tres de ida y tres de vuelta y el tiempo que está de descanso el avión en la terminal (unos 45 minutos), nada. Y si hay retraso o cualquier problema que demore el tiempo en el que avión está parado, pues se siente, el piloto se fastidia y espera sin percibir un solo euro de compensación.

El sistema de contratación como autónomos origina que los pilotos vayan a trabajar aunque estén enfermos puesto que un día sin volar es un día sin sueldo. Y nada de gestos con ellos: si quieren un café durante el vuelo deben pagarlo de su bolsillo. Pueden volar gratis en los vuelos de Ryanair pero para ello deben ir uniformados y sin familia. La mujer y los hijos deben pagar su correspondiente billete sin ninguna concesión.