El niño amulado que pintarrajeó las pestañas de la Macarena
Respecto a la amnistía, queda ya para la historia de España una ingente hemeroteca de Pedro Sánchez y voceros repitiendo una y otra vez, -especialmente en campaña electoral- que la amnistía no tenía cabida en nuestra Constitución
David Morales Déniz
Sábado, 28 de junio 2025, 08:51
Sevilla está que arde. Y no precisamente por sus tradicionales más de cuarenta grados de temperatura, habituales en el valle del Guadalquivir en estos meses ... estivales. Un periodo en que la canícula andaluza produce un singular fenómeno social en las calles de capital hispalense: la gente duerme de día, y sale de noche a la calle. Como los zombies en 'Soy Leyenda', de Will Smith, que pronto estará cantando 'Gettin Jiggi wit it' en el estadio de Gran Canaria.
Sevilla está emocionalmente ardiendo porque alguien tuvo la gran ocurrencia de soliviantar estéticamente lo más sagrado de su alma. No el escudo del Sevilla Fútbol Club. Ni el del Real Betis Balompié. No. Sino ¡las pestañas de la Virgen de la Esperanza Macarena! O para ser más precisos, de María Santísima de la Esperanza Macarena Coronada, probablemente la imagen de mayor devoción en toda la ciudad.
Una talla del siglo XVII y una advocación de la Virgen María a la que el Papa Francisco concedió la Rosa de Oro pocos meses antes de su fallecimiento. Una distinción que otorga el Papa a personalidades católicas pre-eminentes y a determinadas advocaciones marianas. Y que fue establecida (casualidades nominales de la historia) por León IX en el lejano año de 1049. Es decir, hace ya casi mil años.
Ante el dolor, indignación, llanto e impacto emocional de los feligreses, cofrades y nazarenos sevillanos; y tras la avalancha de críticas por una más que discutible restauración artística de la Macarena -especialmente llamativa en cuanto a sus pestañas-, la Hermandad de la Macarena de Sevilla ha notificado la dimisión de tanto el mayordomo como el prioste de tan simbólica y venerada talla.
De calado debe haber sido el desaguisado artístico para que los sevillanos hayan quedado desconcertados respecto al encaje de la replicada frase a la Macarena del poeta andaluz Antonio Rodríguez Buzón (1913-1977), por él pronunciada en ocasión de su pregón de la Semana Santa de 1956: «Todo el mundo sabe que de frente y de perfil más buena moza no cabe». Dicen que ahora no reconocen a la Virgen ni viéndola de frente.
Reacciones con dimisiones por unos retoques artísticos y estéticos, por un lado. Traiciones sin dimisiones por la deconstrucción de nuestra Constitución y soberanía, por otro lado. Porque si lo de la amnistía no tiene nombre, lo del esperpento de Sánchez con la OTAN no tiene calificativo. Por mucho que congraciarse con Trump no deba llevar aparejado desatender nuestro perfil propio como Estado soberano.
Respecto a la amnistía, queda ya para la historia de España una ingente hemeroteca de Pedro Sánchez y voceros repitiendo una y otra vez, -especialmente en campaña electoral- que la amnistía no tenía cabida en nuestra Constitución. Para luego, -tras venderse al prófugo Puigdemont a fin de alcanzar el poder presidencial-, soltar la ignominia culmen de que «la amnistía es una magnífica noticia para España y para la convivencia».
Habrá pacificado Cataluña. Pero sin duda ha soliviantado al resto del país, con hasta dieciséis recursos de inconstitucionalidad presentados ante el Tribunal Constitucional, doce correspondientes a comunidades autónomas, incluida la socialista castellano-manchega de Page.
Si de verdad hay 'paz', ¿cómo es que Salvador Illa recibió hace poco un escrache independentista en el Palau de la Música, cuando los independentistas empezaron a corear a su alrededor lo de 'in-de-pen-den-cía'? ¿Y cómo es que desde Junts y desde ERC insisten en que «ho tornarem a fer'? Mismo Illa que también se había manifestado ufano con lo de «Ni amnistía ni nada de eso. Lo repito para que quede claro, ni amnistía ni nada de eso». Ya tenemos a Junts proclamando que «el siguiente paso es el referéndum». Y a Sumar de Yolanda Díaz pidiendo una reunión de Sánchez con el prófugo. ¿Querían café? Tomen dos tazas. O de tila.
Una auto-amnistía redactada para sí mismos por el prófugo delincuente y asociados, asesorados por un abogado chileno que cumplió cárcel por colaborar con ETA en el secuestro de Colón de Carvajal y de Emiliano Revilla. Con un mediador-relator salvadoreño de por medio. Y adulados todos a su vez por el emisario negociador para lograr los siete votos de Junts: el exsecretario de organización del PSOE y sucesor de no-me-reconozco Ábalos, el 'constructor' navarro Santos Cerdán.
Barra libre a golpistas; reducción de penas y libertad a agresores sexuales; prostitución; protección a okupas e inquiokupas; más y más delitos de odio y delincuencia; bandas pululando a sus anchas; cinco mujeres (y el hijo pequeño de una de ellas) asesinadas por violencia machista en menos de 48 horas…Y todo a pesar de los ímprobos esfuerzos, arduas tareas y continuos éxitos de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y de nuestros jueces y juezas. Que sin duda requieren de mayores dotaciones humanas, técnicas y materiales. Además del debido respeto gubernamental, también en su lucha contra la corrupción.
De los editoriales periodísticos más contundentes contra la materialización final de la felonía de Sánchez avalada por parte del TC, el posicionamiento de 'El Español', de título 'Una sentencia política que quiebra la igualdad entre españoles'.
«'El Español' expresa su más firme oposición a esta decisión, que convierte al Alto Tribunal en un poder constituyente de facto, usurpando la soberanía nacional que reside exclusivamente en el pueblo español…La resolución ignora deliberadamente los principios fundamentales de nuestro Estado de derecho, y consagra una peligrosa doctrina de permisividad legislativa».
Con numerosas reacciones periodísticas en ese sentido, por obra y gracia de la -de facto- vergonzante renuncia a España por parte del cofrade mayor del reino de la teatralización y el maquillaje. Ese que, -si no lo remedia un democrático y contundente despertar electoral de la sociedad española en toda su extensión ante la pesadilla que estamos viviendo-, nos lleva al precipicio, a un viaje sin retorno cada vez más próximo. «Amnistía: lejos de Europa, cerca de Venezuela», ha escrito el periodista Bieito Rubido en 'El Debate'.
Ese singular infante patrio que, en la foto y en la reunión de líderes de la OTAN en La Haya, se amula, no habla con nadie y se aparta a un lado tras habérsele descubierto el truco de su enésima actuación discursiva. Poniendo a nuestro país al pie de los caballos. Y enojando a nuestras Fuerzas Armadas al señalar públicamente a las mismas como responsables últimas de la decisión del 2,1% en gasto del PIB en seguridad y defensa.
Ese 'greatest showman' que quizás ahora -tras los supuestos casos de corrupción y de sórdida prostitución en su cúspide y entorno- pueda llegar a considerar que también un pintalabios es un arma de destrucción masiva. Y que la adquisición de miles de ellos debiera de igual forma computar como gasto armamentístico de la defensa de España.
Pintalabios que, al fin y al cabo, también pueden servir a cualquier niño amulado para pintarrajear y soliviantar a su antojo a nuestras principales Macarenas: nuestra Constitución y nuestra soberanía nacional, aunque luego se culpe y se haga dimitir al mayordomo de turno.
Sin duda, ya puestos, merece subir al escenario junto a Will Smith y cantar 'Gettin Jiggi wit it/ what you wanna ball with the kid /watch your step you might fall /trying to do what I did' («me estoy acelerando /¿quieres jugar con el niño? / cuidado, podrías venirte abajo/ intentando replicar lo que hice yo»).
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