Borrar
La catedral de Burgos. BC
Cimborrios

Cimborrios

A la última ·

Lunes, 8 de marzo 2021, 23:00

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El primer cimborrio de la catedral de Burgos debió de ser una virguería: quienes lo vieron afirman que era esbeltísimo, que estaba adornado, según el gusto de la época, con infinitos detalles, y que su construcción destacaba por su delicadeza. En cualquier caso, los visitantes actuales nunca lo sabremos, ya que en marzo de 1539, medio siglo después de su puesta en pie, se derrumbó por completo; y el que hoy descansa sobre los robustos hombros de la basílica es una reconstrucción diferente que data del siglo XVI. Este 2021 se celebra el octavo centenario de la Catedral de Santa María de Burgos, uno de los templos más bellos del mundo, y estoy segura de que en sus 800 años de historia ha habido más de un cimborrio metafórico que reparar: pasa hasta en las mejores familias.

Los últimos cimborrios que han hecho tambalearse los muros de la concordia en Burgos han sido tres puertas y una inscripción. Las puertas, que sustituirán las de la fachada principal y que serán talladas por Antonio López, han provocado que expertos y ciudadanos estallen: en primer lugar, por la despreocupación con que la Iglesia quiere modificar, sin un triste análisis de la UNESCO, una catedral Patrimonio de la Humanidad; en segundo término, por el presupuesto millonario que se maneja; y, por último, por lo horrendas que son. La inscripción, por su parte, es un cimborrio de sombra alargada: la de Primo de Rivera, cuyo nombre todavía descansa en piedra junto a la Puerta del Sarmental. El Ayuntamiento, ante la negativa de Patrimonio y la presión de VOX y PP, no ha podido borrarla, pero sí taparla con una lona. Al fin, la última chapuza de este siglo dará paso, remiendo sobre remiendo, a los cimborrios del mañana.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios