Tristeza canaria por un fracaso colectivo

Las dos representantes canarias integradas en el Grupo Mixto del Senado mantuvieron posiciones diferentes en el debate sobre la aplicación del 155 -Yaiza Castilla (ASG) votó a favor mientras que María José López (NC) se abstuvo-, pero ambas coincidieron en destacar la gravedad de la situación a la que se ha llegado por la incapacidad de las partes para buscar una salida política y la inacción de las instituciones.

«Este pleno es la constatación de un fracaso», señaló la senadora López en su intervención, «es una auténtica vergüenza que el Senado no haya tenido ningún papel en la cuestión catalana y es un deshonra para esta Cámara su pasividad e incapacidad para abrir foros de diálogo entre los territorios», añadió, con el agravante «especialmente triste» de que sea precisamente el Senado la institución «que liquide la autonomía» de Cataluña.

López reprochó a la Cámara que lleve 12 años sin celebrar el debate sobre el estado de las autonomías y «40 años sin reformar el Senado», lo que a su juicio responde a «una visión centralizadora que choca de frente con la realidad de los distintos pueblos del Estado español». La parlamentaria nacionalista que la simplificación de argumentos y las posiciones electoralistas están generando «una peligrosa corriente de pensamiento único, donde el que está enfrente es el enemigo y el que está en medio es un traidor».

Por su parte, la senadora Castilla, que calificó la situación de «triste y lamentable», considera que el país afronta una grave «crisis de Estado, social, económica y jurídica» que se podría haber evitado. La representante de ASG justificó su voto favorable por la necesidad de apoyar la salvaguarda del marco constitucional y calificó de «intolerable y antidemocrático» que los independentistas hayan «secuestrado» el Parlament. «Piden diálogo pero no dejan hablar, piden debate pero Puigdemont no ha querido venir al Senado», expuso, «y nosotros estamos del lado de la Constitución española y del Estado de derecho, no podemos cerrar los ojos ante el incumplimiento de la ley», añadió.