Sánchez se enorgullece de las protestas contra Israel que dinamitan La Vuelta
Defiende que España «brilla como ejemplo» frente a la «barbarie» ante la comunidad internacional antes de la insólita suspensión de la carrera
España fue este domingo protagonista de un episodio insólito ante la mirada de buena parte del mundo. La organización de la Vuelta ciclista, un ... aconteciminto deportivo de relevancia internacional, acabó suspendiendo su etapa final ante la imposibilidad de controlar las protestas organizadas contra el equipo Israel Premier-Tech, que, desde hacía días habían puesto en jaque su continuidad y la integridad física de sus participantes. Y lo hizo después de que el presiente del Gobierno aplaudiera sin peros el boicot durante un acto del PSOE andaluz diseñado para lanzar la candidatura de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a la presidencia de la Junta frente a un consolidado Juanma Moreno.
«Vaya por delante nuestro reconocimiento y respeto absoluto a los deportistas, pero también nuestra admiración a un pueblo español que se moviliza por causas justas como la de Palestina», dijo ante cerca de 4.000 simpatizantes congregados en el Polideportivo de la Universidad de Málaga, unas pocas horas antes de que los incidentes en la capital de España hicieran tirar definitivamente la toalla a la organización. «En este contexto tan complejo, España hoy brilla como ejemplo y con orgullo da un paso ante la comunidad internacional al frente en la defensa de los derechos humanos», insistió.
El Gobierno había decidido desplegar para la ocasión más de 2.000 agentes de diferentes cuerpos policiales, el mayor operativo desde la cumbre de la OTAN en 2022. Y, precisametne por eso, ayer, después de que Sánchez elogiara la actitud de los manifestantes, la líder de Podemos, Ione Belarra, lo acusó de hipocresía por no levantar ese dispositivo que, finalmente, sin embargo, se demostró inane a efectos de garantizar la normal celebración del evento frente a una amenaza cantada.
El sábado, como ya había ocurrido, entre otros lugares, en Bilbao o Castro de Herville, los organizadores de la competición se vieron obligados a modificar el recorrido previsto por la sierra madrileña y a acortar la llegada a meta, ante unas protestas en las que participaron varios dirigentes de Podemos.
El Ejecutivo ya venía alegando estos días, frente a ese mensaje, que había que tratar de conjugar el derecho a la manifestación pacífica con la seguridad. Pero, en realidad, en todo momento se mostró comprensivo con quienes protestaban. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, aseguró hace diez días ser partidario de expulsar de la competición de Israel Premier-Tech (el equipo propiedad de un empresario canadiense amigo del primer ministro Benjamín Netanyahu, que optó por cambiarse el nombre y continuar en la carrera) a fin de «enviar el mensaje» a Israel de que no se puede continuar con las competiciones «como si no pasara nada».
Reactivar al electorado
Sánchez ha regresado del descanso estival con una estrategia destinada a reactivar al electorado progresista tras el golpe anímico que supuso en junio la detención por corrupción de su segundo secretario de Organización, Santos Cerdán, aún en prisión preventiva. Lo que viene es un curso político que estará marcado por dos citas electorales muy complicadas para su formación, una en Andalucía, como tarde a final de la primavera, y otra en Castilla y León, que celebrará sus comicios, en principio, en febrero de 2026. De esa estrategia forma parte, precisamente, el anuncio, el pasado lunes, de un paquete de medidas para frenar el «genocidio» en Gaza, incluida la consolidación del embargo de armas a Israel, que provocó el enfado del Gobierno de Netanyahu.
El jefe del Ejecutivo, que ya lideró hace un año una campaña entre los países europeos para el reconocimiento del Estado Palestino y ahora ve cómo incluso Francia o el Reino Unido están dispuestos a dar el paso, está persuadido de que su posición en este asunto puede tener réditos en la izquierda pero, además, es muy transversal y no solo no moviliza a la derecha sino que le pone en un brete. Por eso, en Málaga también cargó contra el PP y Vox (al que sigue considerando su mejor baza para movilizar a sus votantes). «¿Qué dice la oposición de la barbarie en Gaza? No dice nada, ni en servicios sociales, ni en igualdad, ni en política medioambiental», reprochó.
El Gobierno cree que también internacionalmente hay una oportunidad de que el viento vire a una actitud más contundente contra la actuación de Israel en Gaza, pero, sea así o no, entiende que ser abanderado de esa causa tiene premio en el ámbito nacional, incluso ante episodios tan controvertidos como el de ayer. Frente las criticas del PP, que acusó a Sánchez de permitir que «la violencia» venza al deporte, el Ejecutivo se reafirmó, ya con la Vuelta dinamitada, en la posición del presidente.
El ministro para la Transformación Digital, y también candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Óscar López, argumentó en un mensaje en X que lo sucedido «habla muy bien del pueblo de Madrid». «Lo siento por la Vuelta, pero lo siento mucho más por cientos de miles de palestinos que están siendo masacrados», arguyó.
Sumar y su máxima representante en el Gobierno, Yolanda Díaz, también dejaron clara su posición, en perfecta sintonía con la de Sánchez. «Israel no puede participar en ningún evento. Todo nuestro apoyo a las movilizaciones por el pueblo palestino durante la vuelta ciclista. Nuestra ciudadanía - reivindicó en la red Bluesky-es un ejemplo de dignidad».
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