La UCO certifica que la asesora de Moncloa gestionó hasta quince patrocinios de la cátedra de Begoña Gómez
El informe de la Guardia Civil sobre los mails entregados por la Complutense constata que Álvarez se encargó desde los grandes convenios a los pequeños problemas del proyecto académico
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil concluye que Cristina Álvarez, la asistente que Moncloa puso a disposición de Begoña Gómez, fue la ... encargada de hacer todas las gestiones con hasta quince patrocinadores diferentes de la cátedra extraordinaria que codirigía la esposa de Pedro Sánchez. Álvarez se ocupaba de esos temas trascendentales para la viabilidad del proyecto personal y académico de la mujer del presidente, pero también de resolver los más pequeños problemas de la catedra. En realidad, los correos sitúan a la trabajadora con sueldo público en un suerte de puesto de 'secretaria permanente' de la cátedra, hasta el punto de que Begoña Gómez se limitaba a reenviar a Álvarez dudas y peticiones de esos patrocinadores, sin que la esposa del jefe del Ejecutivo se molestara siquiera en contestar esas cuestiones. que dejaba siempre en manos de sus la asistente de Moncloa.
Los investigadores han llegado a la conclusión de que Álvarez trabajaba de manera regular para la cátedra -la tesis que ha llevado al juez Juan Carlos Peinado a la imputación de ambas por un delito de malversación que sería juzgado en un jurado popular- después de analizar los 121 mails aportados a la causa por el vicerrector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Juan Carlos Doadrio. Estos correos son los que Doario se intercambió con Gómez y Álvarez por cuestiones relacionadas con la gestión del día a día de la Cátedra Extraordinaria de Transformación Social Competitiva (TSC) de la mujer del presidente y en los que la asistente de Moncloa aparece siempre, bien como destinataria directa o bien en copia.
El dossier de la UCO, en realidad, sitúa a Álvarez (entonces y todavía hoy directora de programas de la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno) en todas las gestiones claves relacionadas con la cátedra y, en particular, con los patrocinios de las dos empresas cuyo dinero sostuvieron ese proyecto, Indra y Google. Pero también con otras muchas entidades: Reale, Cámara de Comercio de España, Fundación Once, Mindway, Conpymes, AEF, Pacto Mundial, Spainnab, KPMG, Ceapi, Human Age, Cenieh o Deloitte.
Y es que, explica la Guardia Civil, la trabajadora de Moncloa respondía, siempre en nombre de Gómez, sobre consultas sobre «pagos de convenio» de la Universidad hasta peticiones de un «certificado de donaciones para Hacienda». Gestiones todas ellas relacionadas exclusivamente con la carrera profesional y laboral del esposa de Sánchez.
Lejos de la versión que han mantenido ante el juez Juan Carlos Peinado tanto Gómez como Álvarez de que las gestiones de la asesora a favor de la cátedra eran poco menos que excepcionales y que siempre fueron como un «favor puntual», la UCO acredita que el trabajo de la asistente de Moncloa para el proyecto profesional de la esposa del presidente era continuo y tocaba todos los aspectos organizativos la controvertida cátedra. «Las comunicaciones versan, fundamentalmente, de asuntos vinculados a la cátedra dirigida por Gómez, así como de otros relativos a la relación genérica y eminentemente administrativa de Gómez con la Complutense», explica la UCO. «Las comunicaciones se han catalogado en tres grupos diferentes en función de su contenido: contacto con colaboradores, seguimiento de la cátedra y otras gestiones relacionadas con la UCM», resume la Guardia Civil tras analizar el centenar largo de correos aportado por la universidad en los que aparece Álvarez y que van desde abril de 2021 hasta junio de 2024.
Multitud de ejemplos
Los ejemplos de mails que para la UCO constatan la implicación continua de Álvarez en la gestión de la Cátedra que se incluyen en el informe son múltiples. «Por favor, revisad la adenda, y hacer llegar la adenda para que la firme digitalmente Fundación la Once y nos la envíen, para que yo pueda hacérsela llegar para que pueda firmar la universidad, Reale y Fundación la Caixa», escribió Álvarez a una de las gerentes de la Complutense en febrero de 2022. «Os hago llegar este correo que nos hace llegar Reale, patrono de la Cátedra Extraordinaria de TSC, parece que no les llegó el certificado de donaciones para Hacienda en su momento y lo están solicitando», escribió otra vez la trabajadora de Moncloa en 2021.
El 5 de septiembre de 2022 fue Indra la que preguntó a Gómez directamente por el estado de la firma del convenio pero la mujer del presidente, sin dignarse a responder, «reenvía» esa «comunicación al día siguiente a Álvarez». Solo unos minutos después, la empleada de Presidencia fue la que contactó con Indra «informándole de que la adenda quedó pendiente de una firma a consecuencia de un error material, de modo que le solicita la rectificación e inicio de un nuevo proceso de firma».
La UCO en ese punto además destaca que Álvarez «hace alusión a una conversación telefónica que habrían mantenido previamente», aportando además «su número de teléfono móvil como dato de contacto». Una comunicación en la que, como suele ser habitual, la asesora de Moncloa «mantiene a Gómez en copia».
Cristina Álvarez se ocupó de todo: desde los grandes temas de la cátedra como los patrocinios como de resolver los pequeños problemas, según constata el informe de la UCO sobre los mails de Doario. «Tal como hemos hablado telefónicamente, y tras el periodo de vacaciones de la Universidad, hoy me informan, que una de las personas que quedaba por firmar, no puede porque uno de los apellidos está erróneo», explicó Álvarez a Indra, solicitando una corrección.
La UCO destaca a modo de ejemplo que Álvarez e Indra entre el 8 y 15 de septiembre de 2022 se cruzaron multitud de mails para solventar incidencias, «incluyéndose en copia» a Begoña Gómez por parte de Álvarez en el último de ellos, «así como a Doadrio en copia oculta». Al final, resueltos los problemas, fue la asesora de Moncloa -y no a Gómez- a la que Indra le remitió el documento final. «Hola Cristina. Espero estés bien. Anexo la adenda con la corrección y firmada. Agradezco mucho vuestra ayuda para firmarla a la brevedad posible Mil gracias», afirma ese mail también analizado por la Guardia Civil.
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