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El relevo de Roldán no encauza una alianza constitucionalista

El relevo de Roldán no encauza una alianza constitucionalista

El PSC cierra la puerta a una coalición electoral con Ciudadanos y niega que el cambio de candidato pueda servir para acercar posiciones

Lunes, 24 de agosto 2020, 18:39

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«Intentar una coalición constitucionalista» en las próximas elecciones catalanas. Ese es el argumento que esgrimió la dirección de Ciudadanos para justificar la semana pasada el relevo de Lorena Roldán como candidata a la Generalitat y su decisión de apostar por Carlos Carrizosa como cabeza de lista. El actual jefe de la oposición en el Parlamento de Cataluña alienta desde hace meses una alianza electoral con el PSC y el PP para derrotar al soberanismo. Pero los planes de los liberales se desvanecen aun antes de conocerse la fecha en la que Quim Torra convocará a las urnas. Los socialistas no contemplan la posibilidad de un pacto de esas características. «No mareamos la perdiz, hemos dicho que no», zanjó este lunes el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, en una entrevista en Catalunya Ràdio.

El líder socialista negó con rotundidad que la sustitución de Roldán pueda servir para acercar posiciones entre ambas formaciones porque «tenemos un programa absolutamente diferente al suyo». En la dirección del PSC consideran que se trata de «un movimiento a la desesperada» de Ciudadanos «conscientes del descalabro que van a tener».

La formación naranja es ahora la fuerza mayoritaria en el Parlamento catalán tras «la gesta histórica» de 2017 cuando consiguió ganar los comicios por primera vez en esta comunidad. La lista encabezada por la hoy presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, logró 36 escaños, dos más que la candidatura de Junts per Catalunya, con Carles Puigdemont como cabeza de cartel. Pese a su victoria, la candidata liberal no se sometió a un debate de investidura en la Cámara autonómica y dejó vía libre a Junts y Esquerra para formar un gobierno de coalición apoyado por la CUP.

Dos años y medio después, las previsiones no son nada halagüeñas para Ciudadanos. Los sondeos pronostican una caída en picado que incluso podría ser peor si se repitiera el batacazo que vivió el partido liberal en las generales de noviembre, cuando pasó de 57 diputados a 10 en un soplo sin que las encuestas detectaran la profunda magnitud del derrumbe. Una experiencia traumática, que se llevó por delante a Albert Rivera y que la nueva dirección naranja, con Arrimadas al frente, trata por todos los medios de evitar revivir en Cataluña. «Hagamos lo que en otros tiempos hicieron los independentistas: unirse», animó Carrizosa a sus oponentes en RNE.

Con la mirada en el PP

Tras el portazo de los socialistas, el dirigente liberal apuntó al PP con quien confía en llegar «a algún tipo de acuerdo» para intentar que «la mayoría que no quiere la independencia se pueda visibilizar». Carrizosa se prestó incluso a discutir la modalidad de esta coalición electoral, ya sea en determinadas circunscripciones, como parecen valorar los populares, o en todo el territorio catalán, como prefieren los liberales. «Hay que valorar cualquier posible opción», reconoció.

De momento, el PP no ha tomado una decisión. El líder de la formación en Cataluña, Alejandro Fernández, cree que su partido debe primero «analizar si lo que antes sumaba, ahora suma o no suma». La reciente experiencia en el País Vasco no tuvo un resultado precisamente satisfactorio para los conservadores, que obtuvieron tres escaños menos en coalición con Ciudadanos que los que habían cosechado en solitario en la anterior convocatoria electoral.

El acuerdo, en todo caso, depende también de la voluntad de tender puentes con Ciudadanos a nivel nacional y de que se consolide la alianza de los de Arrimadas con el PSOE. Un acercamiento que se inició en el Congreso durante el estado de alarma y que los populares catalanes creen que puede llegar a «desorientar» a los votantes.

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