El PSOE entra al choque con el PP con su defensa del pacto catalán

Por esta razón, Ferraz no había entrado al trapo a las críticas que desde el Partido Popular se vienen vertiendo contra un acuerdo que, a su juicio, «dinamita la solidaridad fiscal» para no ser, al tiempo, más que un brindis al sol con el que el presidente del Gobierno pretende engañar a los republicanos con una «promesa imposible». Lo mismo que hizo, rematan los de Alberto Núñez Feijóo con Junts y la ley de amnistía.

Pero ayer, dos días después de que las bases de ERC refrendasen en una ajustada consulta interna el acuerdo, la cúpula del PSOE dio un paso al frente para defender la alianza en Cataluña y pasar al ataque frente al PP, al que criticó por quejarse de la financiación autonómica. Fue por boca de su portavoz, Esther Peña, quien cargó contra los populares acusándoles de dar «lecciones» en esta materia cuando no deberían hacerlo porque, entre otras cosas, no abordaron la actualización del sistema que ya tiene una década cuando pudieron hacerlo por estar al frente del Gobierno.

«Lo que sí pasó con un Gobierno del PP», enfatizó la dirigente socialista, fueron «dos referéndum y una declaración de independencia en Cataluña». «Esa ha sido la herencia del PP, la mayor crisis autonómica y territorial de nuestro país», recalcó en línea con la tesis que viene abanderando el presidente Sánchez para justificar su estrategia en Cataluña.

En declaraciones remitidas a los medios, Peña ironizó con que «lo mejor que puede hacer el señor Feijóo cuando habla de financiación es hacer lo que hace siempre cuando hay que tomar decisiones: seguir en silencio» (el líder del PP está convaleciente estos días de un desprendimiento de retina). El acuerdo de financiación que permita a Cataluña ir desenganchándose del régimen general y alcanzar la plena soberanía fiscal ya ha levantado ampollas entre las federaciones territoriales socialistas y los populares quieren aprovechar esas fricciones para desgastar al Ejecutivo.

Desde el martes han sido constantes las reiteradas llamadas a la acción que distintos dirigentes del partido de Feijóo han requerido a los diputados socialistas descontentos para que voten en contra de la reforma de la ley orgánica de financiación de las comunidades autónomas (Lofca) cuando llegue al Congreso. «Ahí está la clave de la defensa de la común», exhortó la número dos, Cuca Gamarra.

Génova se ha erigido como el «dique de contención» para evitar la ejecución del acuerdo sin detallar aún ninguna medida concreta, aunque algunas comunidades gestionadas por los populares han prometido «dar la batalla» y conformar un frente común en los tribunales -recurso al Constitucional- contra el «golpe de Estado fiscal» de Cataluña.

Peña no se refirió a ninguna de esta posibles actuaciones para replicar al PP ni defender la postura del PSOE sino que se limitó a reprochar a los populares que vayan dando «lecciones» de financiación autonómica por tener a Vox como «aliado». Un partido que «quiere terminar con las comunidades autónomas y los servicios que prestan», señaló, obviando que la formación de Santiago Abascal rompió sus coaliciones con el PP en las cinco autonomías donde cogobernaba el pasado mes de julio.

La portavoz recriminó al PP no tener «una hoja de servicios que poner a disposición de España» frente a los «más de 300.000 millones de euros adicionales al servicio de las comunidades autónomas» que se han movilizado con un Gobierno socialista para mejorar los servicios sociales. Y se afanó en acusar a la formación conservadora de utilizar fondos de los grupos del Congreso, el Senado y la Eurocámara para sufragar el viaje a Venezuela de varios parlamentarios tildándolo de «show». Un día después de que Sánchez y otros seis líderes europeos firmasen una declaración pidiendo las actas electorales, el PSOE insistió en que los desplazamientos los pague «la caja de Génova».