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E. P.
Domingo, 3 de diciembre 2023, 22:25
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El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado este domingo que tiene «muchas dudas» de que la legislatura que acaba de comenzar en el Congreso de los Diputados dure cuatro años. También se ha mostrado «muy escéptico» con que la futura amnistía pueda ayudar a la reconciliación.
Durante su participación en el programa 'Salvados' de La Sexta, García-Page ha referido sus dudas respecto a la legislatura, considerando que en ella ve «dos momentos distintos». Una parte la sitúa «hasta que Puigdemont pase por La Junquera, tranquilamente» y la otra »cuando ya esté« aquí.
En este contexto, ha asumido que para el PSOE «plantear la amnistía y hacer que quepa en la Constitución es un peaje político». «Se hace porque lo exige Puigdemont», aseveró, aunque «el derecho a decidir no puede arrogárselo solo una parte».
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También ha trasladado sus dudas respecto de que la amnistía traiga la reconciliación, porque hay «tres cosas que no se pueden mezclar», que los que se van a beneficiar de ella «dicen que volverán a las andadas», que los mismos que se van a beneficiar de ella «son los que se votan a sí mismos» y que la amnistía fue declarada por el Gobierno de España como «inconstitucional», porque cuando se abordaron los indultos «no cabía en la Constitución».
Sobre si considera que el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha sido desleal a su programa electoral, ha comentado que no le ha gustado «nada», y no solo por parte del presidente del Gobierno sino «por más gente», que se haya extendido esta teoría de que «da igual lo que digas en campaña» y «que cuando se gobierna puedes cambiar de opinión», pues «es más honesto con la gente reconocer que se necesitan los votos y que donde he dicho digo, digo Diego».
«No es lo mismo si la mayoría absoluta del PSOE hubiera planteado una amnistía a que la amnistía sea consecuencia, con una dosis para mí de baja moral por las peticiones de los independentistas, de chantaje y amenaza; no es lo mismo querer perdonar, a que la amnistía la firmen y aprueben y la firmen los mismos que son amnistiados», ha declarado.
Al hilo de ello, ha revelado que no tuvo «ninguna duda» de los votos que iban a expresar los diputados socialistas en el Congreso. «Conozco muy bien a los compañeros. Un diputado cuando discrepa de una opinión puede hacerlo, pero si en el grupo se decide una posición por mayoría hay que aceptarla», ha subrayado, confesando a continuación que si él hubiese tenido que acudir a esta votación como parlamentario «seguramente hubiera abandonado» su acta.
«Yo he dado la misma opinión en la calle, en el partido, otros no lo han hecho así. No quiero dar lecciones a nadie pero yo he ido a la última reunión del Comité Federal del partido, donde realmente se cortaba el aire a cuchillo, un aire muy difícil y hostil», cuando hubiera sido «más cómodo haberme puesto enfermo».
En cuanto al expresidente catalán Carles Puigdemont, ha reconocido que no le perdonaría lo que hizo, pues «el perdón católico requiere confesión del pecado, propósito de enmienda y contrición». Según él, «a estas alturas ese perdón como tal no sería válido», asumiendo que Puigdemont «es el culpable de donde estamos, él es el desencadenante de los acontecimientos que provocaron el 155 y la intervención constitucional».
Emiliano García-Page ha reconocido que, aunque no hubiera preferido ir a nuevas elecciones, «no lo temía», opinando que desde el primer minuto debió de mantenerse una «posición negociadora más dura». «Lo razonable es ponérselo difícil a los independentistas, si desde el primer día nos empeñamos en dejar claro que íbamos a gobernar al precio que fuera, el precio subía», ha censurado.
Tampoco ha querido dejar de subrayar que en el pacto con Puigdemont, este firma que acepta un referéndum en toda España, «y el PSOE dice que no está de acuerdo», luego «no hay un compromiso cerrado para dar lugar a ese referéndum». «Todo referéndum que no sea para cambiar o modificar la Constitución, por supuesto yo lo recurriría al Constitucional con carácter previo, al margen de que no se va a dar», ha apostillado.
Interpelado por si ha llegado a pensar estos días que debía pedir perdón al presidente del Gobierno por las críticas que ha realizado en torno a la amnistía y sus compromisos políticos con los independentistas, Emiliano García-Page se ha mostrado tajante, asegurando que «no, bajo ningún concepto». «Ni él a mí», ha añadido.
Igualmente, el presidente de Castilla-la Mancha se ha reafirmado en que no dará la batalla para ser secretario general «bajo ningún concepto». «Lo he dicho mil veces, no tengo la más mínima intención y, lo más seguro, la más mínima posibilidad tampoco», ha bromeado.
El dirigente socialista ha reconocido finalmente que no siente que se haya quedado solo defendiendo su posición. «En la forma, en la expresión pública, probablemente dé una imagen de mayor soledad» pero «de fondo no, qué va». No obstante, ha señalado que hace dos meses le planteó al presidente del Gobierno «tener una reunión tranquila para hablar», que no se ha producido. «Es evidente que está ocupado», ha justificado.
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