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Desafiante e, incluso, con un tono algo faltón. Javier Hidalgo, el ex-CEO de Air Europa, compareció en la comisión de investigación del Senado sobre la 'trama Ábalos' para negarlo todo, pero sin someterse a las preguntas de los parlamentarios. El hijo del dueño de Air Europa, se limitó a leer un comunicado para rechazar de manera rotunda el «bulo» de que el Gobierno dio un «trato de favor» a la aerolínea durante el rescate en plena pandemia que supuso el desembolso de 475 millones de euros de dinero público.
Hidalgo, que negó haber «estado huido» y que imputó al propio Senado la incapacidad de localizarle para citarle a la comisión hasta ahora, en su medido comunicado hizo por poner tierra de por medio con los principales protagonistas de los 'casos Ábalos' y 'Begoña Gómez'. Solo mentó de pasada a la mujer de Pedro Sánchez y pasó de puntillas la figura del conseguidor Víctor de Aldama.
Sobre su relación con la mujer del presidente se limitó a decir que no es cierto que en sede judicial afirmara que no la conocía y que no se había reunido con ella. A De Aldama lo presentó como un simple intermediario al que la compañía le encomendó en septiembre de 2019, sin éxito, cobrar la deuda de 200 millones con el Gobierno y luego, en noviembre de ese mismo año, le volvió a contratar par el asesoramiento de diversas firmas de Globalia. Ni una palabra sobre las acusaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, sobre que el cerebro de la trama corrupta hizo gestiones para acelerar ese rescate y, sobre todo, le filtró información en directo de cómo iban esas reuniones en el seno del Gobierno.
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Hidalgo solo se limitó a reconocer que sí que conoció a José Luis Ábalos y a Koldo García y afirmó que solo se vio una vez con Pedro Sánchez pero en el marco de una reunión en la que participaron otros 25 empresarios.
Y a partir de ese momento se lanzó a acusar al Gobierno de haber maltratado a la su compañía, lejos de haberla favorecido en algo. «La operación con SEPI no fue un rescate, fue un préstamo con las condiciones más estrictas y desfavorables de Europa», mantuvo el compareciente, quien, en tono bastante caldeado, denunció que Globalia fue una de las «últimas» aerolíneas del continente en recibir ayuda. Y que, a pesar de que el conglomerado tenía más de 10.000 empleados, operaba en 17 aeropuertos, gestionaba 35 hoteles y tenía 500 puntos de venta «recibió cero euros». «No sé dónde está el trato de favor», insistió una y otra vez en el Senado, donde recordó que en la UE para cuando Air Europa recibió el dinero ya había liberado 29.000 millones de euros a sus aerolíneas.
Javier Hidalgo se esmeró en presentar a su compañía como víctima, sobre todo en comparación con Iberia, a quien dijo que en un «mes y medio» se le inyectaron 1.000 millones en condiciones «infinitamente mejores» que Air Europa. También habló del agravio comparativo con Volotea, que a pesar de tener «el 90% de sus vuelos fuera de España y la mitad de pasajeros» que la compañía de Globalia, obtuvo sin problema «190 millones del ICO».
El «préstamo» a Air Europa -abundó- fue autorizado por siete departamentos técnicos de la SEPI, adscrita al Ministerio de Hacienda, fue supervisado por PwC y Cuatrecasas, «cumplió con los requisitos establecidos por la Comisión Europea» y contó «con exigencias añadidas, como la toma de control de la compañía por parte de la SEPI». «Que yo sepa, ninguna compañía, ni a nadie en este país, se le piden garantías de este tipo. No sé dónde está el trato favor que ustedes están viendo», insistió.
La negativa de este viernes de Hidalgo a someterse al escrutinio de sus señorías dejó sin respuestas las principales cuestiones que la UCO ha revelado en sus últimos informes remitido al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno sobre los encuentros en el seno del Ejecutivo que dieron lugar al rescate. Según los atestados de la Guardia Civil, la trama mantuvo en todo momento informado al CEO de Globalia de los avances del Gobierno en el rescate de Air Europa. La UCO señala que una de las reuniones más importantes con «El 1» (como denominaban a Sánchez) para el rescate se produjo el 16 de julio de 2020. Sánchez se reunió ese día con Ábalos y la entonces vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, para estudiar la inyección millonaria a Air Europa. Esa tarde Aldama e Hidalgo acudieron al Ministerio de Transportes «al objeto de mantener una reunión con Ábalos». «Horas después de producirse el supuesto encuentro con Ábalos, concretamente a las 21.06 horas, Aldama informaba a Koldo: 'Le acaba de poner un mensaje el jefe (Ábalos) a Javi (Hidalgo) que la ministra (Calviño) le ha dicho que la semana que viene está. Está más tranquilo, parece que todo ha servido», recoge el informe.
Ese 16 de julio de 2020, según las denuncias presentadas ante el juez del 'caso Begoña Gómez', la mujer del presidente se reunió en secreto con el consejero delegado de Globalia, en la sede central del holding en Pozuelo de Alarcón (Madrid). No era la primera visita. La mujer del presidente, según acabó reconociendo Air Europa (que niega que se tratara el asunto del rescate), también se había encontrado en ese mismo edificio el 24 de junio de 2020. Además de estas dos reuniones, según las denuncias, hubo otra tercera, el 24 de julio del mismo año, celebrada por vía telemática.
El 3 de julio de 2020, entre las dos visitas presenciales de Begoña Gómez para verse con Hidalgo, el Gobierno que preside su marido aprobó la creación de un fondo público de 10.000 millones de euros, controlado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para inyectar capital en empresas que necesitaran financiación por los efectos de la pandemia de la covid. El 10 de julio, la familia Hidalgo ya comenzó los contactos con Hacienda para solicitar el rescate.
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