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Ander Azpiroz
Madrid
Martes, 13 de agosto 2024, 16:44
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El Senado vivió ayer una inusual comparecencia en su Comisión de Asuntos Exteriores para ser un 13 de agosto. El Partido Popular usó su mayoría absoluta en la Cámara alta para convocar al ministro de Asuntos Exteriores con el fin de que diese explicaciones sobre la situación política en Venezuela. El propio José Manuel Albares había pedido con anterioridad comparecer, aunque no estaba en su mano elegir la fecha. Sobre la mesa se pusieron las numerosas denuncias internacionales sobre el supuesto fraude electoral que el régimen de Nicolás Maduro habría ejecutado en las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio. Estados Unidos ya ha reconocido al candidato opositor Edmundo González como ganador de los comicios, mientras que España mantiene la apuesta por una salida negociada entre las partes que comparten los socios de la Unión Europea.
La sesión de ayer en la Cámara alta fue del todo menos amistosa cuando el ministro y la portavoz del PP en la Cámara alta, Alicia García, se midieron cara a cara. «Usted no pinta nada, solo obedece a las órdenes del sanchismo y de Zapatero, la política exterior la llevan otros», espetó la dirigente popular a Albares antes de rematar: «Si no reconoce la victoria de la oposición no tiene altura diplomática para ser ministro de Exteriores».
El titular de la cartera fue también contundente en sus intervenciones. Primero acusando al PP de «difundir bulos sobre «la firme posición del Gobierno» en torno a Venezuela, un país en el que, según los datos de Exteriores, residen 150.000 nacionales y del que a su vez se acoge en España a 200.000 de sus ciudadanos. Albares recordó que Pedro Sánchez fue el primer líder europeo que en febrero de 2019 dio el paso para reconocer al opositor Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela ante la negativa de Maduro a convocar elecciones. A continuación, destacó su permanente contacto con el gobierno de Caracas y con la oposición para defender «la democracia y los derechos fundamentales».
La batalla dialéctica entre el ministro y la portavoz del PP se intensificó a cuenta de las continuas alusiones de García al papel del ex presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, quien desde hace nueve años ejerce como mediador entre el chavismo y la oposición. El ministro ironizó con que desde el PP se hable más del ex secretario general socialista que de la situación del pueblo venezolano. Y ensalzó que fue Zapatero quien se enfrentó a Hugo Chávez en la Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile en 2007 después de que don Juan Carlos le mandara callar mientras definía al también ex jefe del Ejecutivo José María Aznar como «fascista». «Él habla con gobierno y habla con oposición y ha participado muy directamente en acercar ese diálogo entre venezolanos que nosotros queremos y en la liberación de muchos presos políticos», defendió el jefe de la diplomacia española.
Los populares se mantuvieron firmes en sus acusaciones por la supuesta afinidad del ex jefe del Ejecutivo socialista con Maduro. «¿Usted cree que la conducta de Zapatero está a la altura de su condición de ex presidente del Gobierno de España?», cuestionó García a Albares, para quien, según opinión, los populares «no superan que Zapatero les ganara unas elecciones hace ya más de 20 años», en referencia a 2004 cuando todas las encuestas daban como futuro presidente del Gobierno a Mariano Rajoy.
La formación que preside Alberto Núñez Feijóo ha avanzado su intención de llamar a comparecer a Zapatero ante el Parlamento Europeo cuando se abra el periodo de sesiones. «Todavía tiene quince días para salir de su mutismo, dar alguna explicación pública, reconocer públicamente que ha habido un pucherazo y pedir públicamente que cesen la tortura, los asesinatos y las detenciones ilegales», amenazó ayer el eurodiputado y vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons.
La comisión de Exteriores en el Senado vivió uno de sus momentos más tensos a la hora de debatir sobre el viaje que realizó una delegación de parlamentarios del PP a Caracas por invitación expresa de la oposición venezolana. Nada más llegar al aeropuerto de la capital venezolana, las autoridades interceptaron a la representación del PP, de la que formaban parte el portavoz de la formación en el Congreso, Miguel Tellado, la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, o el europarlamentario Esteban González Pons. Tras unas horas retenidos, fueron embarcados en un vuelo de vuelta a Madrid. «El régimen dictatorial e infame de Nicolás Maduro ha decidido expulsarnos del país, no permitirnos la entrada con argumentos espurios y absurdos», acusó tras la expulsión Álvarez de Toledo.
Desde el PP se denunció ayer en el Senado la falta de asistencia diplomática mientras sus representantes se encontraban detenidos, algo que negó el ministro Albares. El jefe de la diplomacia insistió en que el cónsul general en Caracas acudió al aeropuerto, como rige el protocolo para cualquier ciudadano español. Desde Exteriores ya se había advertido que la visita de los parlamentarios conservadores no había sido autorizada por el Ejecutivo de Venezuela y que el PP había sido informado de esa circunstancia. Según dijo Albares, los representantes la formación que preside Alberto Núñez Feijóo no disponían de visado para cubrir el desarrollo electoral, ya que sin este a Venezuela solo se permite ingresar en el país para fines turísticos. En paralelo, desde el grupo socialista en el Senado, se anunció que el presidente de la Cámara alta, el popular Pedro Rollán, deberá justificar los 9.000 euros que se pagaron para el viaje de dos senadores de su partido cuando se daba por descontado que las fuerzas de seguridad venezolanas no les permitirían ingresar en el país.
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