El hijo de Josu Ternera, condenado en Francia por pertenencia a ETA, pero exonerado de pena

El hijo de Josu Urrutikoetxea fue considerado culpable de alquilar en 2005 un piso franco para ETA en Vichy (Francia), que utilizaron miembros de la banda terrorista vasca. La fiscalía gala había solicitado una pena de dos años de cárcel exentos de cumplimiento.

A la hora de tomar su decisión, el Tribunal de Apelaciones de París ha tenido en cuenta que los hechos ocurrieron hace ya 19 años y que el hijo de Josu Urrutikoetxea está reinsertado socialmente. Urrutikoetxea, militante de EH Bai, es consejero municipal de Lichans-Sunhar en el País Vasco francés.

A su salida del tribunal, el hijo de Ternera anunció que no recurrirá la decisión. «Es un reconocimiento del proceso de resolución del conflicto en el País Vasco», consideró en unas breves declaraciones a la prensa Urrutikoetxea, que, tras este juicio, ya no tiene más causas pendientes con la justicia francesa.

Urrutikoetxea, que tiene nacionalidad francesa, negó durante el juicio haber permanecido a ETA. Pero reconoció haber alquilado con una identidad falsa el 24 de abril de 2005 un piso en Vichy y una semana después una plaza de aparcamiento. Ambos fueron utilizados por miembros de la banda.

El hijo de Ternera, de 49 años de edad, justificó que lo hizo en el marco de las negociaciones que entonces estaban en marcha entre el Gobierno español y la banda terrorista. Sostuvo que alquiló el apartamento de Vichy para que los etarras pudieran reunirse y preparar las negociaciones.

Egoitz Urrutikoetxea fue detenido en octubre de 2015 en Saint-Denis, una localidad en las afueras de París, después de pasar varios años en busca y captura. Durante el juicio, negó haber vivido en la clandestinidad, como sostuvo la fiscalía.

Josu Ternera, por su parte, se encuentra en libertad bajo control judicial a espera de su fije la fecha del juicio que tiene pendiente en Francia. El exdirigente de ETA, reclamado por la justicia española, fue detenido en mayo de 2019 en los Alpes franceses tras pasar 17 años en la clandestinidad y pidió que se repitieran los juicios por los que había sido condenado en rebeldía en Francia.