El Gobierno respalda a Catalá y desea un rápido relevo de Moix

Ha sido Catalá el encargado de presentar esa dimisión al Consejo y también el ministro de Justicia el objeto de varias de las preguntas a las que se ha enfrentado en la rueda de prensa posterior el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo.

De sus respuestas se desprende un "rotundo" y "unánime" respaldo al ministro, el desprecio a las informaciones que apuntan lo contrario -"chismes", a su juicio-, la insistencia en el respeto a la separación de poderes y el deseo de que el relevo de Moix sea "rápido".

También Catalá ha dicho haber percibido en la reunión del Gabinete la "amistad y la cordialidad" del presidente, Mariano Rajoy, y del resto de los miembros del Ejecutivo. Y ha insistido: "Algunos están empeñados en decir que el Gobierno interfiere en la acción de la Fiscalía, pero eso es radicalmente falso".

La renuncia de Moix activa el reloj para su sustitución, pero, de acuerdo con las fuentes fiscales consultadas, difícilmente ocurrirá en menos de un mes.

Una vez que el BOE publique la renuncia de Moix, lo primero que deberá hacer el fiscal general del Estado será abrir la convocatoria para la presentación de candidaturas.

Dicha convocatoria concederá en torno a quince días para presentarse a quienes lo deseen, dado que deben acompañar su candidatura con un proyecto de trabajo.

Una vez cerrada esa fase, Maza fijará fecha para reunir y escuchar al Consejo Fiscal. Después hará su propuesta de nombramiento al Gobierno.

A la última convocatoria se presentaron, además de Moix, otros seis aspirantes, todos ellos de la Fiscalía Anticorrupción, incluida la teniente fiscal, Belén Suárez, que vuelve a estar al mando de esa Fiscalía de forma interina y Alejandro Luzón, nombrado hace unos meses teniente fiscal de la Secretaría Técnica de la Fiscalía.

Luzón fue el segundo aspirante más votado y buena parte de las miradas se dirigen hacia él, aunque a Maza le toca decidir si opta por alguno de ellos o si apuesta por un perfil parecido a Moix. Es decir, alguien ajeno a Anticorrupción que continúe la labor que éste emprendió para cambiar algunas dinámicas de trabajo.

Por ejemplo, limitar las macrocausas, extremar el control sobre los temas por parte del jefe de la Fiscalía y evitar que los informes de las Fuerzas de Seguridad incluyan conclusiones jurídicas en sus informes.

Todo ello en un contexto en el que en el Ejecutivo señalan que parte de los miembros Anticorrupción -los considerados "rebeldes"- han buscado desde el principio la caída de Moix.

Y en el presidente de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), Álvaro García Órtiz, ha pedido hoy en persona y sin presencia de periodistas al fiscal general del Estado, José Manuel Maza, que dimita por su apoyo a Moix.

Unas palabras pronunciadas en el congreso de esa asociación y que, según fuentes presentes en la sala, han sido respaldadas por un fuerte aplauso de la mayoría del casi centenar se fiscales que asistía al acto.

Y eso, sumado a las declaraciones de los diferentes portavoces del partido de la oposición, apunta a que la crisis abierta en la Fiscalía no se va a cerrar tan pronto como les gustaría a Maza y al Ejecutivo.