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juan carlos barrena
Corresponsal. Berlín
Miércoles, 17 de noviembre 2021, 18:23
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Dos rivales y un incondicional de la canciller federal en funciones, Angela Merkel, se postulan por la presidencia de la Unión Cristianodemócrata (CDU), después de que este miércoles se cerrara el plazo para la presentación de candidaturas. El cargo se encuentra vacante desde la renuncia el pasado mes de octubre de Armin Laschet, el fracasado candidato electoral conservador para los comicios legislativos en Alemania el pasado mes de septiembre, que condujo a la CDU a una derrota de dimensiones históricas. Por el liderazgo de los cristianodemócratas germanos compiten el experto económico Friedrich Merz, el portavoz parlamentario de Exteriores, Norbert Röttgen, y el ministro federal de la Cancillería saliente, Helge Braun, todos ellos nominados oficialmente por sus respectivas circunscripciones. Tanto Merz como Röttgen, ambos procedentes del populoso estado federado de Renania del Norte-Westfalia, vieron frustradas en el pasado sus carreras políticas tras enfrentarse a Merkel, mientras Braun, del céntrico estado federado de Hesse, ha sido el brazo derecho de la canciller federal durante la pasada legislatura como jefe de su oficina. Los tres son diputados en el Bundestag.
Merz es considerado el favorito para el cargo, aunque es un hombre acostumbrado al fracaso, que ha intentado infructuosamente en dos ocasiones anteriores de liderar la CDU. La primera en 2018 cuando fue derrotado en la elección por parte de los delegados del congreso federal cristianodemócrata, que votaron entonces por Annegrett Kramp-Karrenbauer, actual ministra de Defensa en funciones. La pasada primavera volvió a perder en el congreso digital celebrado por la CDU, que optó entonces por Laschet, nombrado poco después cabeza de lista y candidato oficial a la jefatura del gobierno alemán. A la tercera va la vencida, debe de pensar Merz, de 66 años de edad, con su nueva nominación para liderar a los cristianodemócratas en un proceso en el que, por primera vez en la historia del partido, se consultará a las bases, aunque de manera no vinculante, antes de la celebración en enero de un congreso especial para elegir al nuevo presidente de la formación.
Pero nadie, por lo menos entre los analistas políticos en Berlín, se atreve a dar por segura la victoria de Merz, desde el momento en que se desconoce la intención de voto de los 400.000 afiliados a la CDU y a sus dos rivales se les atribuye la posibilidad de dar una sorpresa. Nobert Röttgen, de 56 años y que se presenta por segunda vez como candidato a liderar el principal partido conservador alemán, encabezaba una reciente encuesta de popularidad y es un declarado defensor de la presencia de las mujeres en las altas esferas del partido, lo que podría hacerle ganar una buena parte del voto femenino. Su candidatura va emparejada con la de Franziska Hoppermann como secretaria general. A su vez, Helge Braun, de 49 años, se ha convertido en el candidato sorpresa, tras ser nominado inesperadamente la semana pasada cuando las ambiciones de sus otros dos rivales eran conocidas desde hace meses. Tanto Röttgen como Braun son considerados miembros del ala más liberal de la CDU, sin grandes aspiraciones a cargos políticos y con la intención de concentrarse en el trabajo de partido. No puede decirse lo mismo de Merz, un hombre ambicioso al que le gustaría liderar a los conservadores a la hora de intentar recuperar el poder dentro de cuatro años.
Tras 16 años de era Merkel, quien asuma la presidencia de la Unión Cristianodemócrata tiene por delante la complicada tarea de recoger los escombros del desastre electoral, unificar las distintas alas del partido y plantear un programa que haga de nuevo atractivos a los conservadores. Para algunos medios como Der Spiegel, Merz, Röttgen y Braun no son más que tres oportunistas que se aprovechan del desconcierto que reina aún en las filas de la CDU tras la derrota en los comicios. En todo caso no parecen ser los más adecuados para llevar adelante el cambio generacional que ha prometido Laschet y a muchos les desencanta que otros políticos más jóvenes y prometedores, como los primeros ministros del Sarre, Tobias Hans; Schleswig-Holstein, Daniel Günther; y Sajonia, Michael Kretschmer, no se hayan atrevido a postularse para liderar la regeneración de los cristianodemócratas germanos.
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