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Markus Soër. Reuters
El primer ministro de Baviera dispuesto a suceder a Merkel

El primer ministro de Baviera dispuesto a suceder a Merkel

Markus Söder compite con Armin Laschet por el liderazgo de los conservadores en la campaña electoral

Juan Carlos Barrena

Berlín

Domingo, 11 de abril 2021

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Tras semanas de dejarse querer y hacerse de rogar, Markus Söder está dispuesto a liderar la campaña electoral los conservadores alemanes en los próximos comicios legislativos federales. El presidente de la Unión Socialcristiana (CSU) y primer ministro de Baviera despejó por fin toda duda y anunció por primera vez públicamente este domingo su ambición de suceder a Angela Merkel al frente de la Cancillería Federal. No es el único candidato a la nominación. El presidente de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, también aspira a ser jefe del gobierno alemán. «Ambos hemos expresado nuestra disposición a presentarnos como candidatos a la Cancillería Federal», dijo Söder en rueda de prensa con motivo de una reunión de la ejecutiva del grupo parlamentario de la Unión (CDU/CSU). El líder bávaro señaló que había mantenido con Laschet una larga conversación, que «no ha sido decisiva», ya que «llegamos a la conclusión de que ambos somos adecuados y los dos estamos dispuestos» a suceder a Merkel, que se retira tras cuatro legislaturas seguidas y 16 años en el poder.

Con apreciable ventaja en las encuestas y claro favorito de los conservadores, también de los cristianodemócratas, para encabezar su campaña electoral, el primer ministro bávaro comentó que está dispuesto a abandonar su feudo en Múnich para iniciar una nueva carrera política en Berlín si su candidatura recibe el decisivo apoyo de la CDU, la hermana mayor de la CSU. Si no es así, «aceptaré la decisión», dijo Söder, quien subrayó que la colaboración entre ambas formaciones seguirá siendo igual de estrecha. En ese sentido, Armin Laschet destacó que lo importante es que el candidato elegido cuente con el respaldo de CDU y CSU: «nuestro objetivo es, en la situación en la que se encuentra el país, con una canciller saliente, mostrar la máxima unidad entre CDU y CSU, ya que hay mucho en juego». Este lunes celebran una reunión conjunta las ejecutivas de los cristianodemócratas y socialcristianos para abordar el procedimiento a seguir para la elección y nominación del candidato, aunque ha quedado claro que la decisión final depende de la CDU, el partido mayor y con representación en toda Alemania menos en Baviera.

A solo cinco meses de las elecciones legislativas los conservadores alemanes se ven apremiados a elegir cuanto antes a un líder de campaña. El presidente del grupo parlamentario de CDU y CSU en el Bundestag, Ralph Brinkhaus, ha exigido que esa duda esté resuelta antes de dos semanas sobre todo por el preocupante bache de popularidad en el que han caído los conservadores. La marcha de Merkel, los problemas en la campaña de vacunación contra el coronavirus de las últimas semanas y la incertidumbre sobre la candidatura a la jefatura de gobierno alemán hacen mella en la intención de voto de la Unión. Tras superar un 40% de sufragios potenciales hasta poco después de Navidad, CDU y CSU han caído apreciablemente por debajo del 30%, mientras Los Verdes, sus mayores rivales en los próximos comicios, suben como la espuma. Cinco puntos separan a unos y otros en los sondeos más recientes y la tendencia es que esa diferencia se vaya haciendo cada vez más pequeña.

El veterano dirigente conservador Wolfgang Schäuble advirtió a sus colegas de CDU y CSU contra una elección de candidato por votación de los diputados como la que ganó el bávaro Franz Josef Strauss en 1979. Un año después el socialdemócrata Helmut Schmidt era reelegido jefe del gobierno germano y Strauss tuvo que volverse a Baviera tras fracasar en el objetivo de aupar a los conservadores al poder. «No somos Helmut Kohl ni Franz Josef Strauss. Ni ópticamente, ni de contenidos. No tenemos prácticamente diferencias», dijo Söder en rueda de prensa a preguntas de los periodistas sobre los antecedentes históricos. Strauss no es el único líder de la CSU que ve frustradas sus aspiraciones de ocupar la Cancillería Federal. También el bávaro Edmund Stoiber fracasó como cabeza de lista de los conservadores en las elecciones de 2002 que ganó el socialdemócrata Gerhard Schröder. Markus Söder tratará de romper esa maldición si es nominado. «Debemos aspirar a ser los número uno», afirmó el dirigente bávaro con vistas a la campaña, en la que reconoció que los rivales a batir serán Los Verdes.

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