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Trump, sobre Siria: «Misión cumplida»

Trump, sobre Siria: «Misión cumplida»

Estados Unidos acusa a Al Asad de haber usado gas cloro y sarín en el ataque a Duma. El presidente, satisfecho tras el ataque. Estados Unidos dijo este sábado que tiene informes que apuntan a que el Gobierno de Siria empleó gas cloro y sarín contra la localidad de Duma, y denunció que el uso de armas químicas «se suma» al cúmulo de «brutalidades» cometidas por el «régimen» de Bachar al Asad contra su propio pueblo.

Efe / Washington

Jueves, 1 de enero 1970

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«La información que tenemos apunta al uso tanto de gas cloro como de gas sarín», dijo una representante del Gobierno que pidió el anonimato durante una conferencia telefónica.

De acuerdo con la fuente, Washington cuenta con multitud de informes que señalan que fueron las fuerzas leales a Al Asad las que bombardearon el pasado sábado la localidad rebelde de Duma, causando la muerte de al menos 43 personas.

«Testigos presenciales corroboran que las bombas fueron lanzadas desde helicópteros del régimen», explicó la funcionaria, quien denunció que ninguna de las alegaciones hechas tanto por el Gobierno sirio como por Rusia «coinciden» con la información recabada por Washington.

Algunas víctimas, explicó, mostraban síntomas que no coinciden con los efectos de la exposición al gas cloro, sino que responden al uso de un gas nervioso, como el sarín.

«Creemos que los dos (cloro y sarín) fueron empleados en el ataque», reiteró.

El Gobierno estadounidense respondió así a las voces criticas con el ataque debido a que este mismo jueves el secretario de Defensa, James Mattis, se mostró cauto ante la posibilidad de un ataque inminente puesto a que aún se estaban «recabando pruebas».

«El presidente ha tomado la decisión después de una semana de consultas con sus asesores y sus aliados», explicaron fuentes del Gobierno durante la teleconferencia.

Durante la misma, un segundo representante del Gobierno, acusó directamente a Moscú de haber permitido a Al Asad cometer «crímenes de guerra y usar armas químicas contra su pueblo».

«De lo que no hay duda es de la complicidad de Rusia», dijo el funcionario, quien lamentó que Moscú haya «obstruido» cualquier posible medida del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para investigar las «brutalidades» cometidas por Al Asad.

«La operación cercena la capacidad (de Siria) de desarrollar, desplegar y usar armas químicas en el futuro», aseguró la portavoz del Departamento de Defensa, Dana White, durante una rueda de prensa.

En coordinación con Reino Unido y Francia, Estados Unidos ejecutó la pasada madrugada un ataque contra tres instalaciones en las que, según el Pentágono, «el régimen» desarrollaba y almacenaba armamento químico. En total se emplearon 105 misiles durante la ofensiva.

En una primera acción, se lanzaron 76 proyectiles contra un centro de investigación y desarrollo en Barzah, en las proximidades de Damasco; mientras que una segunda ofensiva, en la que se emplearon 29 misiles, tuvo por objetivo un centro de almacenamiento y un búnker en Him Shinshar, en la provincia de Homs.

Vídeo.

En está ocasión, según explicó White, el ataque se centró en la capacidad de producción de armas, a diferencia del año pasado, cuando el Ejército estadounidense lanzó 59 misiles Tomahawk contra la base aérea siria de Shayrat (Homs), supuestamente el origen del caza que ejecutó el bombardeo químico en el pueblo rebelde de Jan Sheijún.

«El año pasado atacamos la (capacidad de) ejecución, ahora hemos ido contra la propia fuente. Por eso estamos convencidos de que hemos limitado su capacidad», dijo White.

Sin embargo, el director del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el teniente general Kenneth McKenzie, también presente en la rueda de prensa, quiso recalcar que aún pueden existir «partes residuales» del programa químico del «régimen» de Al Asad, por lo que no se puede garantizar que no se produzcan nuevos ataques ilegales en el futuro.

«Obviamente la infraestructura química es mayor que lo que hemos destruido», concedió McKenzie, quien en todo caso describió la ofensiva de anoche como «precisa, sobrecogedora y efectiva».

En cualquier caso, sostuvo el general, este ataque que «es dos veces mayor que el de abril de 2017» traslada un claro mensaje al presidente Al Asad y supone una «poderosa muestra de unidad» de la alianza que conforman tres de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

En este sentido, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, agradeció hoy a Francia y Reino Unido su participación en la operación.

«Un ataque perfectamente ejecutado anoche. Gracias a Francia y al Reino Unido por su sabiduría y por el poder de sus buenos ejércitos. No podía haber tenido un mejor resultado. ¡Misión conseguida!», escribió Trump en su cuenta personal de Twitter.

El militar se mostró satisfecho con que todos los proyectiles alcanzaran su objetivo, a pesar de que el Ejército sirio ha asegurado que sus fuerzas de Defensa Antiaérea derribaron «la mayoría» de los misiles lanzados por la coalición.

Asimismo, McKenzie confirmó que, tal y como había informado anteriormente el Kremlin, Rusia no empleó sus sistemas de defensa desplegados en Siria para repeler el ataque.

Cuestionado sobre si Moscú había sido advertida de la ofensiva, tal y como resulta habitual en las operaciones contra el Estado Islámico en la región, donde ambas potencias combaten por separado a los yihadistas, McKenzie subrayó que esta política no implica que Rusia y Estados Unidos colaboren en Siria.

«Los rusos no tienen capacidad de veto en nada de lo que hacemos. No colaboramos con ellos en Siria. Pero no queremos un enfrentamiento con Rusia, ni ellos con nosotros», concluyó McKenzie.

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