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mikel ayestaran
Jerusalén
Miércoles, 3 de marzo 2021, 10:27
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La situación de seguridad se complica en Irak debido al pulso indirecto entre Estados Unidos e Irán, pero desde el Vaticano anunciaron que el viaje del Papa que arranca el viernes no sufrirá cambio alguno. «Pasado mañana, Dios mediante, iré a Irak para una peregrinación de tres días. Hace mucho tiempo que quiero encontrarme con ese pueblo que ha sufrido tanto», dijo Francisco, de 84 años, durante su audiencia semanal.
Por segunda vez en menos de un mes, una base empleada por soldados de Estados Unidos y de la coalición internacional fue atacada en suelo iraquí y al menos un empleado civil perdió la vida. El portavoz de la coalición, coronel Wayne Marotto, informó de que diez cohetes impactaron a primera hora de la mañana en la base de Ain Al Asad, al oeste del país. Tras el repliegue ordenado por Donald Trump, este es uno de los puntos principales con presencia estadounidense y fue también una de las bases atacadas por Irán en enero de 2020, en la operación de respuesta por el asesinato de Qassem Suleimani, general al frente de la Fuerza Al Quds, el brazo de operaciones en el exterior de la Guardia Revolucionaria. En Irak quedan unos 2.500 soldados estadounidenses en el marco de la operación contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Washington y Teherán se encuentran inmersos en una espiral de ataques y respuestas en terceros países que supone toda una prueba para Joe Biden y complican aun más la recuperación del acuerdo nuclear. Tras el lanzamiento de cohetes contra la base de Erbil, en el Kurdistán de Irak, en el que falleció una persona, Biden ordenó el que fue su primer bombardeo y su objetivo fueron milicianos pro iraníes en Siria. El efecto disuasorio de esta operación ha durado menos de una semana y el presidente se enfrenta a un escenario similar al de Erbil y con otro muerto sobre la mesa. Las milicias chiíes son cada vez más fuertes en Irak y fueron una pieza clave en la derrota del califato.
«Los iraquíes nos esperan, esperaron en su momento a Juan Pablo II, pero le prohibieron viajar. No podemos decepcionarles por segunda vez, oremos por el éxito de este viaje», declaró el Papa sobre la visita que le llevará desde el viernes a Irak. Ain Al Asad está lejos del circuito del Pontífice, pero el clima de inestabilidad creciente en el país es motivo de preocupación, como lo es el resurgir del EI a lo largo de la frontera con Siria.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) perdió su califato a finales de 2017, pero se mantiene activo en la clandestinidad y en enero demostró que mantiene intacta su capacidad de golpear en lugares como Bagdad. Dos suicidas se inmolaron en el céntrico mercado de la plaza Tayarán y al menos 32 personas perdieron la vida y otras 100 resultaron heridas en el que fue el atentado más sangriento desde enero de 2018. La respuesta de las fuerzas de seguridad iraquíes fue una operación en la que mataron a Abu Yaser Al Isaui, considerado jefe del grupo en el país. Al Isaui era una especie de «califa adjunto», según palabras del primer ministro Mostafá Al Kazemi, y fue gobernador de los yihadistas en el norte de Irak.
No resulta sencillo conocer el estado actual del EI, pero el responsable de lucha contra el terrorismo de Naciones Unidas, Vladimir Voronkov, declaró en verano que habían logrado reagruparse «en pequeñas células que operan a los dos lados de la frontera», en Siria e Irak, y que cuentan con al menos 10.000 yihadistas.
Todos los militares españoles desplazados en Irak han salido ilesos del ataque perpetrado este miércoles con misiles contra la base Ain al Assad en la que se encontraban junto a miembros del Ejército de Estados Unidos y de otros países de la coalición internacional. Fuentes del Estado Mayor de la Defensa (EMAD) ha informado que ninguno de los 70 militares ha sufrido daños, así como tampoco el resto de los miembros de los contingentes internacionales.
Alrededor de 150 militares españoles contribuyen a la coalición internacional con el objetivo de adiestrar y capacitar a las fuerzas de seguridad iraquíes en su lucha contra el DAESH. En la base aérea de Al Asad se ubican los citados 70 miembros de las Fuerzas Armadas españolas pertenecientes a la Task Force Toro (Unidad de Helicópteros), cuya misión principal es proporcionar transporte aéreo a las tropas de la coalición con el apoyo de tres helicópteros Cougar.
El resto de militares españoles realizan labores de instrucción en el Baghdad Diplomatic Support Center, donde son adiestradas unidades del servicio contraterrorista iraquí por miembros de la Unidad de Operaciones Especiales de la Coalición. Además España continúa dando apoyo a la seguridad y contra el terrorismo en Irak junto a nuestros aliados en la misión de la OTAN en Irak (NMI, por sus siglas en inglés). Para esta misión, España tiene además desplegados a siete militares. Otro cinco militares están destacados en en el Cuartel General del US Central Command (US CENTCOM) ubicado en la localidad de Tampa en Florida (EE UU)
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