Israel declara el estado de guerra y bombardea Gaza tras el ataque masivo de Hamás contra su territorio

«Ciudadanos de Israel, estamos en guerra». Las primeras palabras del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tras el ataque masivo que sufre el país como consecuencia de una inaudita operación lanzada por el movimiento islamista Hamás ponen de manifiesto la gravedad de una incursión que podría haber costado ya «decenas» de vidas. «Esto no es una operación ni una escalada, sino una guerra», ha añadido Netanyahu, quien ha tratado de alentar los ánimos de la población con un contundente «la vamos a ganar. Nnuestro enemigo pagará un precio que no ha conocido jamás».

Gaza vuelve a explotar y lo hace de una manera que no tiene precedentes. Hamás sorprendió a Israel con una operación a gran escala por tierra y aire que puso en marcha pasadas las seis de la mañana de este sábado y que de momento deja «decenas de muertos», según los medios israelíes. Hay confirmación oficial de 22 víctimas mortales y de 300 personas heridas (70 de ellas de especial gravedad), pero las imágenes que transmiten los vídeos grabados en las zonas de combate apuntan a muchos más fallecidos. El grupo islamista han lanzado 2.200 cohetes, mientras decenas de milicianos lograban infiltrarse en territorio rival y llegar a las localidades más próximas a la Franja.

Una situación inédita cuyos únicos precedentes se habían producido cuando algún comando de forma puntual logró burlar las medidas de seguridad israelíes por medio de túneles en conflictos anteriores. Esta vez la infiltración ha sido mucho más importante.

A los pocos minutos, el comandante en jefe islamista, Abu Khaled Al-Deif, anunció el inicio de la operación 'Inundación de Al Aqsa' y adelantó que se trata de un movimiento nacido en Gaza que «se extenderá a Cisjordania y al extranjero, a todo lugar donde nuestra gente y nuestra nación esté presente». Pasadas cinco horas, Israel ha respondido esta mañana con la operación 'Espadas de Hierro' y la aviación ha comenzado a bombardear la Franja.

A los pocos minutos, el comandante en jefe islamista, Abu Khaled Al-Deif, anunció el inicio de la operación 'Inundación de Al Aqsa' y adelantó que se trata de un movimiento nacido en Gaza que «se extenderá a Cisjordania y al extranjero, a todo lugar donde nuestra gente y nuestra nación esté presente». Al-Deif se refirió en todo momento a la necesidad de proteger la mezquita de Al Aqsa, el gran símbolo que sigue uniendo a todos los palestinos por encima de sus diferencias políticas.

Pasadas cinco horas, Israel ha respondido esta mañana con la operación 'Espadas de Hierro' y la aviación ha comenzado a bombardear la Franja. Los aviones de las Fuerzas de Defensa han arrojado hasta este mediodía más de 16 toneladas de municiones, muchas de ellas en operaciones quirúrgicas contra convoyes y blindados de Hamás. También el ejército permanente ha desplegado varios batallones del ejército permanente en la frontera de Gaza. La mayor parte de las tropas está centrada en combatir a los milicianos que todavía se encuentran en territorio israelí.

Hamás empleó desde el primer momento proyectiles de largo alcance y las sirenas sonaron en Tel Aviv y Jerusalén, pero la situación más complicada se vive en las localidades israelíes próximas a Gaza como Sderot. Desde estos lugares llegan imágenes de milicianos de Hamás en las calles y de israelíes muertos y capturados. De hecho, el grupo radical acaba de publicar varios vídeos donde aparecen sus militantes apresando a un grupo de soldados en una base en la frontera o tomando rehénes entre la población civil. Los medios próximos al movimiento islamista han difundido también vídeos de milicianos penetrando a Israel por el aire gracias al uso de parapentes.

El ministro de Defensa, Yoav Gallant, considera que Hamás ha cometido «un grave error» al iniciar esta guerra y ha asegurado que «Israel ganará». El ministro ha autorizado a las Fuerzas de Defensa para iniciar el reclutamiento de decenas de miles de reservistas y declarado una situación de emergencia en un radio de 80 kilómetros de la Franja de Gaza.

El enésimo conflicto en este territorio comienza un día después del aniversario de la guerra de Octubre de 1973. A diferencia de los anteriores, en esta ocasión ha sido Hamás quien ha movido ficha primero para sorprender a un enemigo que cuenta con un arsenal infinitamente superior.

Netanyahu, tras declarar el estado de guerra, ha reunido al consejo de seguridad. El Estado Mayor militar ha ordenado cerrar las escuelas en el centro y sur de Israel, de modo que un millón de niños no acudirán a clase hasta el fin del conflicto, y solo permitirá abrir los negocios que estén muy próximos a refugios antiaéreos.

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