Un exteniente señala al autor del crimen de Ellacuría

A diferencia de lo que sostenía Montano hasta ahora, Mendoza aseguró que este sí se encontraba en la reunión del Alto Mando de la Fuerza Armada y el Estado Mayor salvadoreño en la que se ordenó la matanza. Declarando por vía telemática desde Chile, donde reside, el exteniente explicó que el alto mando castrense, con la aprobación del entonces presidente Alfredo Cristiani, ordenó acabar con la vida de Ellacuría y de otros cuatro jesuitas españoles, sin dejar testigos.

Mendoza señaló explícitamente al entonces mandatario, a cargos políticos de Defensa (Montano era viceministro de Seguridad Pública) y jefes del Estado Mayor como los responsables y autores intelectuales de los asesinatos que ejecutó el batallón Atlácatl y al que el exteniente acompañó por orden de sus superiores.

La declaración del exteniente como testigo en el proceso que se sigue en la Audiencia Nacional se antojaba clave contra Montano. Mendoza, que fue exonerado de toda responsabilidad penal al inicio de la vista por haber confesado, cumplido condena en su país y colaborado con la justicia, relató detalladamente que la masacre fue ordenada horas antes en una reunión en la que participó el coronel Guillermo Benavides. Según sus palabras, a este último se le encomendaron los asesinatos y le eligió a él para que junto a otro mando de la Escuela Militar dirigieran la operación.

Mendoza desgranó todo lo que Benavides -condenado a 30 años de cárcel en 1992, amnistiado en 1993 y capturado en 2016 para cumplir la pena- le explicó antes de dirigirse a la Universidad, de la que era entonces rector Ellacuría. «Me dijo que tenía que ejecutar la orden que había recibido y que Montano fue una de las personas que dio la orden de eliminar a Ellacuría, me lo dijo varias veces», aseguró.

Montano se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 150 años de cárcel, 30 años por cada uno de los cinco «asesinatos terroristas» de los religiosos españoles Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes Mozo, Amando López Quintana y Juan Ramón Moreno Pardo. En aquella operación también perdieron la vida la mujer y la hija de 15 años del guardia de la UCA.