España intenta aplacar a Trump con la compra de armas a EE UU para enviárselas a Ucrania

Este plan insta a los aliados a contribuir, a que adquieran armas a la industria norteamericana y la hagan llegar a la exrepública soviética. Canadá, Alemania, Dinamarca o Países Bajos figuran en la veintena de Estados que ya se ha sumado al plan e invertido 2.000 millones de dólares en su conjunto en misiles, defensas antiaéreas y armas pesadas. Es uno de los baremos que sirven a la Alianza, y sobre todo a EE UU, para calcular el grado de implicación de los socios en la guerra.

La participacíón española puede entenderse en clave diplomática. El Gobierno de Pedro Sánchez entra así de llenó en el «equipo», toda vez que el inquilino de la Casa Blanca insistió este miércoles delante del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en que España «no juega en equipo». De nuevo, arrojaba pullas sobre el Ejecutivo de coalición por resistirse a invertir el 5% del PIB en la organización transatlántica como el resto de los aliados.

La adquisición de armamento a los fabricantes estadounidenses puede ayudar a calmar las graves tensiones con Washington, especialmente tratándose de un líder mundial como el republicano al que le gusta que le cortejen y favorezcan a su industria nacional. Estados Unidos es el mayor proveedor de armas a Europa. Ha acaparado el 55% de las importaciones en el último lustro. Y eso suma muchos millones porque los países del continente han duplicado prácticamente sus compras debido a la ayuda a Ucrania y los programas propios militares para mejorar la autodefensa.

La cifra que invertirá ahora España no se conoce. Algunos medios apuntan a que ascenderá a mil millones de euros aunque las publicaciones expertas en Defensa consideran que rondará los 200 millones, en líneas con la aportación media de otros países. Sánchez fue felicitado por su homólogo ucraniano, Volodímir Zelensky, al que ya había informado previamente de sus intenciones. La semana pasada, el ministro kievita de Defensa pidió a los aliados armas porque resultaban vitales para la supervivencia de su país. Y estadounidenses, porque su ejército maneja mejor esta tecnología.

España es un aliado «confiable» y «comprometido». Éste fue este jueves el mensaje central del presidente del Gobierno a su llegada a la cumbre de líderes europeos en Bruselas. Sus declaraciones llegaron tan solo horas después del nuevo rapapolvo de Trump a España por negarse a destinar el 5% de su Producto Interior Bruto (PIB) a defensa. El líder republicano se dirigió al secretario general de la Alianza, Mark Rutte, con quien se reunió en el Despacho Oval, para urgirle que presione a España, asegurando que «podéis solucionar esto rápido».

Posteriormente, Rutte afirmó que Sánchez «se equivoca» sobre el gasto en la cuestión de seguridad. El Gobierno considera que puede cumplir sus compromisos de capacidad militar con menos del 3,5% del PIB, pero Rutte le puntualizó en una reciente conversación que «no es posible. Lo veremos pronto».

Pese al doble varapalo, el mandatario español se mostró este jueves tranquilo en Bruselas. «El presidente Trump sabe que desde que soy presidente no sólo hemos cumplido con nuestras obligaciones y capacidades, sino que hemos enmendado incumplimientos que hizo el Partido Popular», ha traído a colación en un mensaje dirigido evidentemente a los medios españoles.

Sánchez reiteró que España «es un país confiable». «Cumplimos con nuestros compromisos y con nuestros objetivos en materia de capacidades», añadió, antes de recordar que el Ejecutivo comprará armas a EE UU para enviárselas a Ucrania. «Somos un país que ha apostado por el apoyo y la defensa de Ucrania y hemos manifestado que íbamos a incorporarnos a este programa».