Europa y Estados Unidos elevan la presión a Putin con el veto a las exportaciones energéticas
El bloque comunitario prohíbe la compra de gas a Moscú en su nueva ronda de castigos, tras las sanciones al petróleo de Washington
Antes de que diera comienzo la cumbre de líderes europeos este jueves en Bruselas, la UE dio un golpe sobre la mesa con la aprobación ... de su décimonoveno paquete de sanciones a Rusia. La decisión llegó tan sólo horas después de que se conociera la decisión de Estados Unidos de imponer castigos al sector petrolero ruso, segúnh un anuncio del secretario del Tesoro.
Entre las medidas europeas -que tan sólo necesitaban superar el 'no' de Eslovaquia para recibir la luz verde- están las de acelerar la prohibición gradual de la compra de gas ruso para principios de 2027 y aumentar la persecución de la flota fantasma, los buques que utiliza Moscú para tratar de evadir las sanciones europeas.
A su llegada a Bruselas, el dirigente ucraniano, Volodímir Zelenski, destacó que «Rusia no demuestra que quiera acabar esta guerra y sigue atacando a civiles. Tenemos que presionar a Putin para lograr un alto el fuego y para acabar esta guerra», subrayó.
Y sobre las reticencias del presidente estadounidense, Donald Trump, para entregar misiles de largo alcance Tomahawk a Kiev, Zelenski apuntó que esta decisión es como la de las rondas de sanciones: «Antes eran inimaginables y mirad ahora. Creo que con los misiles de largo alcance ocurrirá lo mismo, pero dependerá de la decisión de EE UU».
El nuevo paquete de sanciones europeas incluye, además, la identificación de 117 nuevos buques que forman parte de la flota fantasma rusa y que tendrán prohibida su entrada en los puertos europeos. Actualmente la UE tiene en su lista negra a 557 navíos que ayudan a Moscú a evadir las sanciones. La primera ministra letona, Evika Silina, apuntó que la UE debe «cortar las vías de financiación de Rusia para la guerra y obligarle así a sentarse en la mesa de negociación».
Europa sigue de este modo la estrategia marcada desde el inicio de la guerra para presionar a que el presidente ruso, Vladímir Putin, se siente en la mesa de negociación para lograr la paz en Ucrania. Y aún se guarda un as en la manga, con el posible uso de los activos rusos congelados para la futura reconstrucción de Ucrania.
Los líderes no se ponen de acuerdo en el uso de activos congelados, que aún suscita dudas legales
Aunque el plan presentado por la Comisión Europea aún suscita dudas legales -sobre todo a Bélgica, país en el que se encuentran la mayoría de estos activos inmovilizados-, varios líderes europeos coinciden en que, de aprobarse, esta medida podría provocar «un cambio total de escenario» en el conflicto.
El primer ministro finlandés, Petteri Orpo, aseguró que la UE «debe encontrar una solución» para usar los activos rusos para la reconstrucción de Ucrania. «Tenemos una solución posible sobre la mesa y hay que dar un mensaje a la Comisión para que empiece a trabajar en la propuesta», explicó. Su homólogo lituano, Gitanas Nauseda, también se mostró optimista sobre este punto y pidió «compartir» la responsabilidad entre los Veintisiete. «Sin solidaridad no podemos avanzar».
Mientras, Zelenski animó a los países miembros a dar este paso: «Si queremos ganar no basta con defendernos, debemos usar los activos rusos», subrayó.
Al concluir la reunión la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, emplazó a los líderes europeos a tomar una decisión en la cumbre de diciembre. Reconoció que no hubo vetos de ninguno de los Estados miembros, pero que existen «elementos y dudas que hay que abordar». Con todo, explicó que todas las opciones para financiar a Ucrania los próximos años pasan por el uso de los activos rusos.
Blindar Europa
Más allá de Ucrania, el foco europeo está puesto en los países del este, más aún tras las numerosas incursiones aéreas rusas. Los representantes de los bálticos urgieron a blindar Europa. El dirigente estonio, Kristen Michal, instó además a «ofrecer resultados lo antes posible» y destacó que «la seguridad europea empieza por el este».
El líder lituano fue el más claro en su exposición al apuntar que la carga de mantener la seguridad europea no puede recaer sólamente en los países del este. «Tenemos que reforzar nuestras capacidades, los sistemas antiaéreos... y no es cuestión de mi país, sino de todos», afirmó. En la hoja de ruta de la Comisión Europea para 2030 está la construcción de un muro de drones y de un escudo de defensa espacial que proteja a la UE ante todo tipo de amenazas.
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