El Gobierno francés contempla un adelanto electoral ante la probable caída de Bayrou
Casi todos los partidos de la oposición anuncian que votarán en contra de la moción de confianza a la que el primer ministro se enfrentará el día 8
Enric Bonet
Corresponsal. París
Martes, 26 de agosto 2025, 18:05
Salvo un giro inesperado, François Bayrou tiene los días contados como primer ministro en Francia. El principal interrogante en París no es si el responsable ... del Ejecutivo superará la moción de confianza del 8 de septiembre, sino qué sucederá a partir de ese día. Casi todos los partidos de la oposición han anunciado que votarán en contra: hasta 330 diputados de un total de 574 en estos momentos. Bayrou ha puesto en juego su cargo para sacar adelante unas impopulares políticas de austeridad que reducirán el gasto público en 44.000 millones de euros.
Ante su probable destitución, las miradas están puestas en el presidente, Emmanuel Macron. Si el primer ministro, de 74 años, no logra la confianza del Parlamento, entonces tres posibles decisiones quedarán en manos del presidente. Por un lado, la elección de otro primer ministro que intente aprobar los presupuestos de 2026 antes de que se acabe este año. Por el otro, la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de unas elecciones legislativas anticipadas. Y finalmente la opción menos probable, pero deseada por una parte de la oposición, consistiría en la dimisión de Macron y la organización de unas nuevas presidenciales.
El Gobierno francés ha reconocido este martes que contempla disolver el Parlamento y organizar unos comicios legislativos anticipados. «La disolución comportará, sin duda, un elevado precio para los franceses, pero no debemos descartar esa hipótesis», ha asegurado el ministro de Justicia, Gérald Darmanin. «Le tocará decidir al presidente de la República», ha añadido durante una entrevista con France 2.
Con estas palabras, el titular de Justicia ha matizado la posición expresada a principios de la semana pasada por el presidente en las páginas de la revista 'Paris Match', donde descartó una repetición electoral. «No habrá otra disolución. Ya lo hice una vez y me expliqué por ello», afirmó refiriéndose a su incomprendida decisión de convocar las elecciones anticipadas del 7 de julio de 2024, que dejaron un Parlamento casi ingobernable.
Macron difícilmente aclarará cuál será su posición hasta el 8 de septiembre. Tanto el presidente como el primer ministro insistirán hasta ese día en su actual retórica alarmista. «Los diputados deberán decidir en los próximos 13 días» entre el «caos» y «la responsabilidad», ha señalado Bayrou durante una comparecencia en la universidad de verano de la CFDT, el sindicato con más afiliados. El responsable del Ejecutivo justifica sus recortes, que incluyen la supresión de dos días festivos o la congelación de las pensiones y el salario de los funcionarios, a causa del elevado déficit del país (del 5,8% a finales de 2024). Pero sus mensajes alertando sobre la deuda pública han tenido una escasa incidencia en la oposición y la opinión pública.
Más presión para Macron
«Tenemos que devolver la palabra a la gente y pedir a los franceses qué políticas quieren», ha indicado Sébastien Chenu, uno de los diputados con más peso de la ultraderechista Agrupación Nacional. El partido de Marine Le Pen ve con buenos ojos la posibilidad de una repetición electoral, debido a sus buenas perspectivas en los sondeos, que deben cogerse con pinzas. Las formaciones de izquierdas, incluido el Partido Socialista, afirman que tampoco temen ese escenario, aunque sus actuales divisiones internas podrían debilitar a ese bloque, actualmente el más numeroso en la Asamblea con unos 190 escaños.
Los partidos afines al presidente podrían ser los más perjudicados en caso de una repetición electoral. Por eso, los analistas creen que Macron podría designar a otro responsable del Ejecutivo y suena el nombre del actual ministro de Defensa, Sébastien Lecornu. Sin embargo, el hipotético sustituto de Bayrou -sería el quinto primer ministro en el crepuscular segundo mandato de Macron- correría el riesgo de sufrir un destino parecido al del líder del MoDem o su predecesor Michel Barnier, que duró menos de tres meses. Para evitar ese bloqueo, la oposición ya pide la dimisión de Macron.
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