Francia reivindica «la credibilidad» de su ejército con el tradicional desfile del 14 de julio

Más de 7.000 soldados (5.600 de ellos a pie), 65 cazas, cerca de 250 vehículos y 200 caballos de la Guardia Republicana desfilaron este lunes por la mañana por los Campos Elíseos. El gobernador castrense de París, el general Loïc Mizon, indicó que este paseo ha sido organizado «como una verdadera operación militar». El acto ha estado encabezado por el presidente francés, Emmanuel Macron, quien esta vez no ha pronunciado ningún discurso, a diferencia de lo sucedido en otros 14 de julio. «Reconocimiento, confianza y orgullo respecto a nuestras fuerzas armadas, que defienden nuestra libertad», ha asegurado el jefe del Estado galo en X.

Con esta fecha señalada, el país vecino conmemora la toma de la Bastilla en 1789 —momento icónico en el inicio de la Revolución Francesa— y la Fiesta de la Federación de 1790. Miles de personas contemplaron en directo el desfile desde la parte lateral de la majestuosa avenida o en las gradas instaladas en la Plaza de la Concordia. El paseo aéreo de la Patrulla de Francia representó el momento más espectacular del acto, que transcurrió sin grandes incidentes. Solo dos hechos anecdóticos, y que animaron las redes sociales, se salieron del protocolo: la aparatosa caída de un jinete de la Guardia Republicana y otro caballo sin jinete que intentó escaparse.

La edición de este año ha estado marcada por la convulsa coyuntura en un mundo en que «la libertad nunca había estado tan amenazada» desde la Segunda Guerra Mundial, según advirtió Macron el domingo en el Ministerio de Defensa. El presidente anunció en esa comparecencia un aumento de 6.500 millones los dos próximos años del gasto militar, que alcanzará en 2027 los 64.000 millones, el doble de lo gastado en 2017. Como continuación de esas directrices presidenciales, el poder castrense ha publicado este lunes la versión actualizada de su visión estratégica. En ese documento asegura que «está claro que hemos iniciado una nueva época» y alerta ante «el riesgo especialmente elevado de una guerra de alta intensidad» en Europa «en el horizonte de 2030».

Además de la sombra «de la amenaza rusa», el desfile ha contado con la presencia de Indonesia como país invitado. Más de 450 soldados indonesios han participado en la paseada militar, a la que asistió el presidente de Indonesia, Prabowo Subianto, al lado de su homólogo galo. Esta invitación refleja el interés económico, diplomático y armamentístico de Francia por la nación musulmana más poblada en el mundo, situada en la zona estratégica del Sudeste Asiático.

Macron ya se había reunido a finales de mayo con Subianto en Indonesia y había intentado que lo ayudara en su iniciativa, hasta ahora fallida, de reconocimiento mutuo de Israel y Palestina. La conferencia en la ONU que debía culminar ese proyecto fue aplazada en junio tras el ataque israelí contra Irán. Recientemente, se supo que finalmente se celebrará a finales de julio. Tras haber sido preguntado por ello, el Elíseo no ha confirmado que el presidente vaya a participar en ese encuentro en Nueva York. Y también se desconoce si París lo aprovechará para reconocer la existencia de un Estado palestino, como había prometido que haría.