Jean-Bernard Gaillot-Renucci | Exasesor del macronismo en la Asamblea Nacional
«Macron se cree que es el sol y que todo el mundo orbita a su alrededor»El consejero cree que la suspensión temporal de la reforma de las pensiones revela que el presidente francés acepta que su segundo mandato no ha servido para nada
Enric Bonet
París
Sábado, 25 de octubre 2025, 18:01
Jean-Bernard Gaillot-Renucci representa a un tipo de militante y político cada vez más frecuente en Francia: aquellos que creyeron en el presidente, Emmanuel ... Macron, y ahora están decepcionados con él. Con una larga experiencia a sus espaldas tras participar en las campañas del socialista François Mitterrand y del conservador Jacques Chirac, ejerció como secretario general de la Derecha con el actual inquilino del Elíseo, una de las corrientes iniciales del macronismo. También trabajó como asesor parlamentario en la Asamblea Nacional para el partido presidencial, un espacio que abandonó hace un año.
– ¿Qué le ha parecido el reciente culebrón de la dimisión de Sébastien Lecornu y su designación como primer ministro pocos días después?
– Un aspecto relevante y que pocos medios han comentado es que Lecornu no era la opción preferida de Macron para sustituir a François Bayrou. Cuando el presidente supo a finales de agosto que el entonces primer ministro se vería obligado a dimitir a causa del voto de confianza que organizó, intentó que Jean Castex –responsable del Ejecutivo entre 2020 y 2022– retomara las riendas del Gobierno. Este rechazó su propuesta y Macron se decantó finalmente por Lecornu. Pero no le dejó las manos libres, se opuso a varias de las propuestas que le hacía como ministro y le impuso algunos nombramientos en su primer Gobierno.
– Tras ese Ejecutivo que duró catorce horas, se produjo la reunión en el Elíseo (6 de octubre) en que Lecornu dimitió de manera inesperada…
– Sí, fue sorprendente que el presidente aceptara y el Elíseo comunicara tan rápidamente que había aceptado su dimisión. Eso nos muestra que la situación estaba realmente encallada. Dos días después, Lecornu se desenvolvió muy bien en una entrevista televisiva que dio en un horario de gran audiencia. En el hecho de que Macron lo nombrara de nuevo influyó que el calendario constitucional obligaba al próximo Gobierno a examinar los presupuestos antes del 15 de octubre. Cuando lo designaron por segunda vez, resultó significativo que el gabinete presidencial precisara que Lecornu tenía carta blanca, lo que significa que antes no era el caso.
– El primer ministro anunció una suspensión de la reforma de las pensiones hasta 2028 para superar las mociones de censura. ¿Qué supone esta concesión?
– Esta decisión tiene para Macron un coste mucho más político que financiero. No debemos olvidar que se trata de la reforma más importante y la única de carácter estructural impulsada desde 2022. Al suspender su aplicación, el presidente acepta que su segundo mandato no ha servido para nada. Es algo realmente complicado para él, además de mostrar su debilidad política. Por ese motivo me parece importante recordar que la suspensión aún no se ha aplicado y se desconoce exactamente cómo se efectuará a nivel parlamentario. Habrá que esperar al final de los debates para saber si los socialistas logran esta concesión. O bien terminan siendo engañados.
– Suele presentarse a Lecornu como «el escudero más fiel del presidente». ¿Qué piensa de ello?
– Merece ser matizado. Más que la niñita de los ojos de Macron, Lecornu es uno de los preferidos de Brigitte Macron. No debemos olvidar que la primera dama francesa tiene una influencia política considerable en el gabinete presidencial. El actual primer ministro se incorporó al macronismo más tarde que otros dirigentes procedentes de la derecha tradicional (Édouard Philippe, Gérald Darmanin…). Desde mediados de 2017 logró escalar en ese espacio cortejando a todo el entorno de consejeros de Brigitte Macron, es decir, 'el ala de la señora' en el Elíseo. Las tensiones que hubo en las últimas semanas entre el presidente y el primer ministro también reflejan que hay diferencias políticas ente Brigitte y Emmanuel.
– ¿En qué consisten?
– Más allá del famoso empujón a la salida del avión presidencial a finales de mayo, Emmanuel y Brigitte no tienen la misma visión de la política. La primera dama se posiciona claramente más a la derecha. Eso no solo se debe a su procedencia de una familia de la burguesía de Amiens y al haber votado a Nicolas Sarkozy desde la primera vuelta en las elecciones presidenciales de 2007 y 2012, sino también se ve reflejado en que todos sus asesores o sus preferidos en los Gobiernos –desde el exministro de Educación Jean-Michel Blanquer hasta la actual titular de Cultura, Rachida Dati– son partidarios de una derecha dura.
– La primera dama también mantiene estrechos vínculos con importantes empresarios…
– Sí, exacto. Brigitte Macron es amiga íntima de Hélène Arnault, la mujer de Bernard Arnault, propietario del gigante del lujo LVMH. Al hombre más rico de Francia le molestó mucho que el presidente no le avisara con antelación de su decisión de convocar las elecciones anticipadas del año pasado. Eso se suma al hecho de que está habiendo una deriva por parte de Arnault, así como de otros grandes empresarios franceses, hacia una derecha dura.
El error de la última campaña
– ¿Cuál es la responsabilidad de Macron en la crisis política en Francia?
– Todo lo que sucede ahora es una consecuencia directa de la decisión del presidente de disolver la Asamblea Nacional en junio del año pasado. Dicho esto, creo que el pecado original fue la decisión de Macron de prácticamente no hacer campaña para las elecciones presidenciales de 2022. Creyó entonces que le bastaba con presentar esos comicios como una elección 'entre yo o el caos'. Gracias a esa estrategia, logró su reelección, pero luego cometió el error de nombrar a Élisabeth Borne como primera ministra y el macronismo perdió la mayoría absoluta en las legislativas de ese verano. Luego vino la testarudez con la reforma de las pensiones en 2023… Y ahora nos encontramos con un caos provocado por el presidente.
«Todo lo que sucede ahora es una consecuencia directa de la decisión del presidente de disolver la Asamblea Nacional en junio del año pasado»
– Se le ve decepcionando con él.
– Macron ha pecado por su desconexión respecto a la realidad de Francia y, sobre todo, por su menosprecio hacia los otros. No me sorprendería que cada día cuando se levanta, se diga a sí mismo que los franceses son demasiado estúpidos para tenerlo como presidente. Cuando publicó en 2016 su libro 'Revolución', nos equivocamos al interpretarlo por su acepción política cuando en realidad se refería a su acepción astrológica. El presidente se cree que es el sol y que todo el mundo orbita a su alrededor. Lo digo con ironía, pero creo que refleja uno de los grandes problemas en su manera de gobernar.
– Un aspecto sorprendente han sido las recientes críticas contra Macron por parte de varios de sus ex primeros ministros, incluso Édouard Philippe ha pedido su dimisión anticipada.
– Al contrario de lo que se dijo en su momento, Macron y Philippe no eran como carne y uña entre 2017 y 2020. El presidente sigue reprochándole algunas de las decisiones polémicas de su presidencia, como la limitación a 80 kilómetros por hora de la velocidad máxima en las carreteras provinciales que contribuyó al estallido de la revuelta de los 'chalecos amarillos'. Desde que Philippe dejó la jefatura del Gobierno hace cinco años, no han hecho las paces debido al orgullo excesivo de ambos. Y que haya pedido ahora adelantar un año las elecciones presidenciales se debe a su voluntad de emanciparse del macronismo. Pero al hacerlo en plena crisis política, da la sensación de que lo hace por puro oportunismo. Tendría que haberlo hecho antes.
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