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Los servicios de socorro ucranianos rescatan a un sanitario de entre los escombros de una maternidad de Zaporiyia bombardeada por Rusia. REUTERS

Los bombardeos dejan sin luz a Ucrania y Moldavia

Durante la noche un ataque aéreo contra una maternidad en la región de Zaporiyia causó la muerte de un bebé

rafael m. mañueco

Moscú

Miércoles, 23 de noviembre 2022, 12:17

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Coincidiendo con la decisión de la Eurocámara de calificar a Rusia como «Estado promotor del terrorismo», el Kremlin ha vuelto a ordenar un nuevo bombardeo masivo con misiles de crucero contra infraestructuras energéticas y otros objetivos en varias ciudades ucranianas. Los ataques han vuelto a provocar cortes de electricidad, agua y calefacción, especialmente en Kiev, la capital. Se han registrado al menos tres muertos durante la incursión, entre ellos una menor de 17 años, mientras Moldavia también se veía privada de fluido eléctrico. Antes, durante la noche, un bombardeo contra una maternidad en la región de Zaporiyia causó la muerte de un bebé.

«Rusia celebra su designación como Estado terrorista con más terroríficos misiles disparados contra la capital de Ucrania y otras ciudades. Para aquellos que todavía tenían dudas, debe quedar claro: Rusia debe ser reconocida como un Estado terrorista en todo el mundo, y Ucrania debe recibir todos los sistemas de defensa aérea necesarios lo antes posible», escribió en Twitter el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba.

«En total, se dispararon unos 70 misiles de crucero X-101, X-555 y Kalibr. La defensa antiaérea destruyó 51 misiles. Además, cinco drones Kamikaze del tipo Lancet fueron derribados en el sur del país», reportó la Fuerza Aérea ucraniana en Instagram. «Se realizaron lanzamientos desde 10 aviones Tu-95MS desde Volgodonsk, en la región de Rostov del Don, y el mar Caspio, así como desde dos pequeños barcos lanzamisiles en aguas del mar Negro», añadía el informe.

El alcalde de Kiev, Vitali Klichkó, dio cuenta de varias explosiones en la capital, una de las cuales afectó a una infraestructura energética. Gran parte de la ciudad quedó privada de luz, electricidad y calefacción. Klichkó avanzó en su canal de Telegram que tres personas habían perdido la vida, entre ellas una joven de 17 años, mientras 10 tuvieron que ser hospitalizadas.

Las informaciones sobre impactos de cohetes llegaron también desde Poltava, Vinnitsa, Kremenchug, Dnipró, Járkov, Mykolaiv, Odessa y Leópolis. En estas cinco últimas ciudades ha habido igualmente interrupciones del fluido eléctrico. «Toda la ciudad está si luz», dijo el alcalde de Leópolis, Andréi Sadovoi, lo que a su vez ha provocado que se detenga el suministro de agua, incluida la caliente que llega a los radiadores para caldear las viviendas. En Járkov, quedó suspendido el servicio de todo el transporte movido por energía eléctrica. «Estamos evacuando a la gente del metro. Se han fletado autobuses adicionales para cubrir las rutas», anunció el alcalde, Ígor Térejov.

Centrales nucleares desconectadas

Por si no fuera suficiente, los bombardeos hicieron que todas las centrales nucleares del país, cuatro en total (Rivne, Jmelnitski, Zaporiyia y Ucrania Sur en Mykolaiv), sufrieran una caída de la potencia y quedaran desconectadas de la red eléctrica, según el operador Energoatom, cuyos especialistas, no obstante, no han observado un incremento de los niveles de radiación.

Los ataques masivos llevaron los cortes eléctricos incluso a la vecina Moldavia. «Hoy tenemos una repetición de la situación del 15 de noviembre. Después del bombardeo ruso contra el sistema energético de Ucrania a última hora, estamos experimentando cortes de energía masivos en todo el país», declaró el viceprimer ministro Andrei Spinu. La presidente moldava, por su parte, Maia Sandu, aseguró que «Rusia ha dejado a Moldavia en las tinieblas». Según sus palabras, «la guerra de Rusia contra Ucrania está matando gente, destruyendo casas e infraestructuras energéticas (...) los ciudadanos están sacando a sus heridos de debajo de los escombros».

Hace una semana, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reconoció que «la falta de electricidad y calefacción en muchas regiones de Ucrania son consecuencia de las acciones de las autoridades de Kiev, que se niegan a negociar». «La parte ucraniana carece de voluntad para resolver el problema, para entablar conversaciones», añadió dejando claro que tal actitud es la que motiva los bombardeos masivos para desactivar las infraestructuras vitales de Ucrania de cara al invierno. Las autoridades ucranianas creen también que los ataques con cohetes son la venganza al perder Rusia las regiones de Járkov y Jersón, además de por los ataques ucranianos contra la Flota del Mar Negro rusa y el puente de Crimea.

El miércoles por la noche, el Ejército ruso lanzó un ataque con misiles contra el Hospital Central en la localidad de Volnianski, a unos 30 kilómetros al noreste de la ciudad de Zaporiyia. Los cohetes alcanzaron el edificio de dos pisos de la maternidad, en donde había una mujer con un niño recién nacido y el médico que los atendía. El bebé murió, pero los equipos de salvamento lograron extraer con vida de los cascotes a la madre y al médico. Ella presentaba heridas aunque no de consideración. Rusia lanzó el ataque con misiles de mayor envergadura hasta el momento de esta guerra el pasado 15 de noviembre, repitió las incursiones dos días después y hoy perpetró un nuevo ataque masivo.

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