La Alianza apuesta por derribar cazas rusos «sólo si representan un peligro»
La organización busca armonizar los protocolos mientras pide mesura a los gobiernos proclives a «usar la fuerza»
El secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, defendió este miércoles que la organización «sólo debe derribar cazas rusos, si éstos representan una amenaza». ... Durante la reunión de ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas -marcada por las recientes incursiones aéreas en Polonia y en Estonia y por los incidentes en Dinamarca-, el neerlandés insistió en que los aliados deben estar «absolutamente convencidos de que una aeronave supone una amenaza» antes de derribarla.
Y es que las recientes incursiones en el espacio aéreo europeo por parte de aeronaves de Moscú ha abierto el debate sobre la flexibilización de protocolos dentro de la OTAN y sobre levantar ciertas reglas de enfrentamiento ante cazas que violen el espacio aéreo de la Alianza. El comandante supremo de la organización, Alexus Grynkewich, aseguró que se está trabajando en la armonización de las reglas e incidió en que «hay que asegurarse de que todo el mundo tenga muy claro cuáles son las normas y las reglas de combate».
Países como Lituania, Polonia y República Checa han planteado la posibilidad de derribar cazas que violen el espacio aéreo de la OTAN. Es más, la ministra de Defensa lituana, Dovile Sakaliene, pidió este miércoles mandar un mensaje fuerte» y retirar las trabas que eviten «una respuesta ágil. «Nadie puede tener tiempo en el cielo para negociaciones políticas», apuntó.
El ministro de Defensa sueco, Pal Jonson, dijo que los protocolos actuales «tienen un margen de mejora» y que las reglas suecas son muy claras: «Si alguien hace una incursión en nuestro espacio aéreo, defenderemos el territorio sueco». Y en la misma línea se expresó el ministro finlandés, Antti Hakkanen, asegurando que su país tiene autoridad para «usar la fuerza si es necesario».
«No debemos tomarnos a los rusos demasiado en serio. Somos mucho más fuertes que ellos»
Sin embargo, el jefe político de la OTAN ha pedido mesura. Reconoció que, intencionadas o no, las incursiones aéreas rusas «son temerarias e inaceptables», pero que la Alianza «no va a derribar cualquier aeronave que entre en su espacio aéreo. Si es una amenaza, tenemos los medios para asegurar que deja de serlo», dijo y señaló en que «no debemos tomarnos a los rusos demasiado en serio. Somos mucho más fuertes que ellos».
Guerra híbrida
Fuentes aliadas insistieron este miércoles en que la OTAN mantendrá su posición ante amenazas de seguridad y «no tirará la primera piedra». En esa actitud se enmarcan las iniciativas 'Centinela del este' y el muro de drones europeo, que quiere blindar el espacio aéreo continental ante incursiones de drones rusos y la guerra híbrida de Rusia.
Se trata de un operativo que busca reforzar el flanco este por tierra, mar y aire; y crear un sistema de sensores y radares que permita detectar y eliminar de forma ágil los drones que entren en el espacio aéreo europeo. El mecanismo busca «eliminar amenazas» de aeronaves no tripuladas bajo la máxima de «no matar moscas a cañonazos», en referencia al derribo de drones con métodos más costosos como misiles o cazas.
La cifra
1.720 millones
han gastado varios aliados en el envío de armas estadounidenses a Kiev.
El apoyo aliado a Ucrania también estuvo en el centro del debate de los ministros de Defensa, con la iniciativa para adquirir armamento a EE UU que luego los aliados donarán a Kiev, en lo que supone un negocio redondo para Trump. Aunque, por el momento, España, Francia, el Reino Unido e Italia no tienen previsto unirse, la ministra de Defensa española, Margarita Robles, no descartó que España pueda sumarse a ella en el futuro. Países Bajos, Dinamarca, Noruega y Suecia ya han aportado cerca de 1.720 millones de euros a la compra de armamento estadounidense para enviar a Ucrania
Washington insiste en que este programa «es vital» para Kiev en el frente de batalla y también para forzar al presidente ruso, Vladímir Putin, a sentarse en la mesa de negociación y a aceptar un alto el fuego. «Los aliados deben dar un paso al frente», urgió este miércoles el embajador estadounidense ante la OTAN, Matthew Whitaker.
La intención es «reactivar» la ayuda militar aliada a Ucrania, en medio de una fuerte caída en las entregas de armas. Las autoridades de Kiev también estuvieron presentes en la reunión de Bruselas y trataron de convencer a los aliados que aún no se encuentran en ese fondo para que se sumen a él. Sin embargo, varios países enfrentan un debate interno que convierte estas aportaciones en un asunto delicado.
¿Ya estás registrado/a? Inicia sesión