Trump y Mamdani hacen las paces en el Despacho Oval
«Francamente, estamos de acuerdo en más cosas de las que esperaba», dice el presidente estadounidense, que cambia de opinión sobre el socialista
Mercedes Gallego
Corresponsal. Nueva York
Viernes, 21 de noviembre 2025, 21:26
Pulcro, elocuente, bien vestido, la barba recortada y una sonrisa permanente. Mamdani entró este viernes en la Casa Blanca con ese aspecto elegante y cuidado ... que demanda Donald Trump de todos sus colaboradores, sin que lo hubiera ensayado para la ocasión, porque así ha sido el nuevo alcalde electo de Nueva York durante toda la campaña. El mismo carisma con el que este viernes se ganó a la bestia negra de su campaña.
«Quería felicitar al alcalde», dijo Trump con una humildad desconocida, que solo le nace de su fascinación por el éxito. «Realmente hizo una campaña increíble contra gente muy inteligente, muy duras y muy listas, y les ganó. Les ganó con facilidad», explicó en el Despacho Oval.
El abultado número de empleados que esperaba en el pórtico de la Casa Blanca hablaba de la popularidad del joven alcalde de 34 años, que en su sorprendente ascenso al poder ha destronado a una dinastía política como la del exgobernador Andrew Cuomo, que no pudo ganar como demócrata, ni como independiente, ni con el apoyo de Trump, quien cruzó filas para evitar que el joven musulmán y socialista gobernase la ciudad que le vio nacer, y amenazó con retirar todos los fondos federales a la ciudad si ganaba. Este viernes, el tono era muy distinto: «Cuanto mejor le vaya a él, más feliz seré yo».
Trump se había encargado de dejar claro en las redes sociales que «el alcalde comunista» era quien había pedido audiencia. A Mamdani la etiqueta le molestaba tan poco como al millón de neoyorquinos que le ha votado. «Dice que muchos de mis votantes han votado por él», destacó el presidente.
El presidente y el alcalde electo de Nueva York mostraron una química que ha sorprendido a demócratas y republicanos
Tras las elecciones presidenciales, el joven asambleísta entrevistó personalmente a los votantes de Trump en el Bronx para descubrir la clave de su victoria y convertirla en eje de su campaña: la asequibilidad. El tema del encuentro que este viernes centró la conversación entre los dos. «Y, francamente, algunas de sus ideas son las mismas que tengo yo», confesó. «Estamos de acuerdo en más cosas de las que esperaba».
En las antípodas
El coste de la vida era el punto en común de dos políticos que, a priori no podían estar más en las antípodas ideológicas. Si bien ambos son hijos de inmigrantes -la madre de Trump era escocesa y los padres de Mamdani son de India, aunque él naciese en Uganda- han evolucionado por caminos radicalmente opuestos. Más de dos millones de personas han sido deportadas este año bajo el Gobierno de Trump, que amenaza con lanzar en la Gran Manzana las redadas que han incendiado Los Ángeles o Chicago, mientras que Mamdani ha prometido que para llegar a uno de ellos, «tendrán que pasar por todos nosotros».
«En estos momentos de oscuridad política, Nueva York será el faro», prometió la noche de su victoria. Y aunque muchos interpretaron su discurso como un desafío a Trump, no tardó en contactar con la Casa Blanca para buscar el diálogo. Pero también, la ciudad que ambos aman, aquella que vio triunfar a Trump y a Mamdani. «Si hay alguna manera de aterrorizar a un déspota, es desmantelar las condiciones que le han permitido acumular el poder», explicó Mamdani la noche de su victoria. «Y así no solo derrotaremos a Trump, sino al próximo Trump».
Trump no se lo tomó mal: «Me han llamado cosas mucho peores que un déspota, pero creo que cambiará de opinión cuando trabajemos juntos», le guiñó este viernes.
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