Trump anuncia ataques terrestres contra Venezuela: «Vamos a acabar con esos hijos de perra»
Amenaza también a Colombia y «a cualquier país con fábricas de cocaína»
Mercedes Gallego
Corresponsal. Nueva York
Martes, 2 de diciembre 2025
Donald Trump abrió este martes la puerta a una nueva fase en la confrontación con Venezuela al anunciar que Estados Unidos «llevará la lucha contra ... el narcotráfico dentro de Venezuela», donde planea atacar «muy pronto» las rutas por tierra. «Sabemos las rutas que cogen, lo sabemos todo sobre ellos: donde viven, quiénes son los malos, dónde están…», anunció el presidente durante una reunión de gabinete, la última de este año.
El giro incrementa la tensión bilateral, que el mandatario extendió también a Colombia «y a todo el que venda drogas», pero tiene especial peso con Venezuela, donde lleva a cabo negociaciones para acabar con el régimen de Nicolás Maduro o al menos forzar su salida del Ejecutivo. El punto álgido fue una llamada de 15 minutos ocurrida el pasado 21 de noviembre, aunque no se supo de ella hasta la semana pasada.
Según versiones recopiladas por Reuters, Maduro llegó a plantear garantías personales e incluso una posible amnistía a cambio de dejar el poder, pero Trump rechazó las peticiones sin matices. La conversación, que el presidente estadounidense calificó después como «neutral» y de la que se negó a dar detalles, terminó sin avances y con un aviso que, según fuentes citadas por la agencia, sonó a ultimátum: si el líder chavista quería salir indemne, debía abandonar el país.
«Hemos empezado a golpear narcolanchas y vamos a poner a narcoterroristas en el fondo del océano»
Pete Hegseth
Secretario de Guerra
El mandatario estadounidense le habría dado una semana para cumplir con ese ultimátum, sin que Maduro se aviniese a ceder. Por el contrario, el presidente venezolano se paseó en coche por la capital y lo colgó en las redes sociales para demostrar que no tiene miedo. Al día siguiente de que se venciera el plazo sin que se produjera su salida, Trump anunció unilateralmente el cierre del espacio aéreo venezolano.
Todo el mundo lo interpreta como una escalada militar de la tensión que hasta ahora se lleva a cabo en alta mar con la excusa de atacar al narcotráfico. Hasta ahora se creía que la operación estadounidense dentro de Venezuela empezaría por poner en el punto de mira instalaciones militares que puedan servir para el tráfico de drogas, pero las declaraciones de Trump los sitúan más en el interior, hacia la frontera con Colombia.
«Hemos empezado a golpear narcolanchas y vamos a poner a narcoterroristas en el fondo del océano», celebró su secretario de Guerra, Pete Hegseth, en la reunión de gabinete. El presidente sostiene que «las drogas que entran por mar han bajado ya un 91%», por lo que se atribuye haber salvado cientos de miles de vidas. Trump mantuvo el lunes una reunión con su Consejo de Seguridad Nacional sobre las acciones que va a tomar, por lo que se espera que estas sean inminentes, aunque no hay fecha.
Vuelos de repatriación
Caracas respondió al cierre del espacio aéreo cortando los vuelos para la deportación de venezolanos a los que había accedido a principios de año. Esos vuelos se han convertido «en la herramienta principal de presión» sobre Venezuela, han dicho fuentes del Gobierno a varios medios estadounidenses.
A pesar de todo, el Ejecutivo de Maduro aprobó este martes un nuevo vuelo de repatriación, lo que indica que la comunicación entre ambos países sigue fluyendo, pese a la escalada militar. El Ministerio de Transporte venezolano afirmó en un comunicado haber recibido y autorizado la solicitud estadounidense para reanudar estos viajes, que Washington considera esenciales para sostener su política migratoria.
14.000 venezolanos
han sido repatriados en los últimos meses desde Estados Unidos, que ha impulsado una campaña masiva de deportaciones como parte del endurecimiento de su política migratoria desde la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca.
La decisión, lejos de mostrar debilidad, forma parte de una relación pragmática y contradictoria en la que la hostilidad retórica convive con acuerdos puntuales. Para el Gobierno de Maduro, permitir estos retornos masivos –casi 14.000 venezolanos han sido repatriados en los últimos meses, según cifras oficiales– sirve para proyectar control interno y reducir la presión. El vuelo aprobado debía partir de Phoenix (Arizona) el martes por la noche y aterrizar en Venezuela a primera hora del miércoles.
Maduro también mantuvo una reunión con la cúpula de su Gobierno y las figuras más leales. El presidente venezolano lo presentó como un «rearme institucional necesario para enfrentar la agresión imperial» y aseguró que el país «no tolerará violaciones de su soberanía». Su ministro de Interior, Paz y Justicia, Diosdado Cabello, advirtió de que los bombardeos estadounidenses serán considerados «un acto de guerra» y prometió «respuestas proporcionales».
A pesar de ese tono, el chavismo mantiene abierta la vía de diálogo impulsada por la mediación de Catar y México. Según Reuters, la llamada con Trump podría servir para «explorar garantías políticas» antes de las elecciones venezolanas del año próximo y para discutir un alivio progresivo de sanciones si Caracas acepta condiciones humanitarias y electorales mínimas. Maduro habría pedido garantías para él, su familia y un centenar de colaboradores, que querría ver a salvo de sanciones,
En Washington, Trump asegura que no hay concesiones. «No estamos dando nada», dijo en la reunión del gabinete, donde insistió en que su Gobierno solo flexibilizará sanciones si Venezuela colabora en frenar la migración y combate el narcotráfico. Sus asesores reconocen, sin embargo, que la presión militar tiene límites y que la interlocución directa con Maduro podría «abrir una ventana estratégica».
Queda en libertad el expresidente de Honduras indultado
El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, fue liberado este martes tras el indulto concedido por el presidente Trump, que atribuyó a un montaje de la Administración de Joe Biden la condena por narcotráfico a la que había sido sentenciado enNueva York. «Él era el presidente, y en su país se vendían drogas. Y como era presidente, lo persiguieron. Fue una horrible cacería de brujas de Biden, y mucha gente en Honduras me pidió que lo hiciera, y lo hice. Me siento muy bien por ello», declaró Trump mientras los familiares del exmandatario celebraban su puesta en libertad.
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