Venezuela acepta de nuevo los vuelos de repatriación de EE UU
Maduro denuncia una «guerra psicológica» en su contra, dice que no se irá «a ninguna parte» y crea un nuevo buró político para «dirigir la revolución»
M. P.
Martes, 2 de diciembre 2025, 15:37
Nicolás Maduro ha vuelto a aceptar los vuelos de repatriación desde Estados Unidos tras un breve pulso con la Administración norteamericana. El líder chavista ha ... ordenado a la Autoridad Aeronáutica de Venezuela que otorgue permisos a los aviones que trasladan a los deportados después de que el pasado fin de semana los suspendiera como respuesta al cierre del espacio aéreo venezolano anunciado por Donald Trump.
El ministro de Transporte, Ramón Velasqués, ha informado que el control aereo ha autorizado la llegada de dos aeronaves de la compañía Eastern Airlines procedentes de Arizona con destino al aeropuerto de Caracas. «La repatriación de nuestros connacionales para reunir a la familia venezolana a través del Plan Vuelta a la Patria continuará.», ha subrayado Velazques. Los vuelos con aquellos venezolanos que Estados Unidos detiene en su territorio se producen dos veces por semana desde el pasado enero cuando Washington y Caracas firmaron un acuerdo dentro de las medidas especiales establecidas por Trump para frenar la migración y deportar a los residentes en suelo estadounidense sin papeles.
El tira y afloja entre las dos administraciones se produce en medio de la escalada militar estadounidense en el Caribe y cuando más arrecian los rumores de una posible salida de Nicolás Maduro que, según se ha conocido ahora, pidió a Trump inmunidad para él y su familia si se avenía a un cambio de ciclo en el Gobierno. En este denso clima, el líder chavista ha preferido rebajar la tensión con la Casa Blanca subsiguiente a la congelación de los vuelos de repatriación, pero al mismo tiempo ha querido hacer una demostración de fuerza asegurando que no se va a «ningún sitio» ante miles de adeptos concentrados delante del Palacio Miraflores.
Maduro avisó a sus correligionarios que «la guerra psicológica ha arreciado», aunque el continuará al mando y «al servicio del pueblo» durante el tiempo que «sea necesrio». «Queremos paz, pero con soberanía. Colonias nunca, esclavos jamás; la paz con dignidad es la que vamos a preservar», exclamó en un discurso donde pidio «acabar con las intrigas».
Nuevos comandos bolivarianos
El acto de Miraflores sirvió para tomar juramento a los nuevos comandos de comunidad bolivarianos integrales instituidos los días 27 y 29 de noviembre en todo el país. Se trata de 47.000 individuos repartidos en todas las comunidades del país para reforzar la seguridad, la defensa y «atender las necesidades» de la población. Al tiempo que realizaba esta aparente demostración de fortaleza, Maduro designó una nueva oficina política para dirigir la «revolución» desde la plataforma del Partido Socialista Unido de Venezuela.
47.000 personas
se han sumado a los nuevos comandos de comunidad bolivarianos, que se encargarán de la seguridad, la defensa y la atención de las «necesidades» de la población.
El nuevo buró asumirá «la dirección al más alto nivel de las fuerzas políticas, sociales y de la revolución bolivariana», en lo que el presidente definió como un órgano que le ayudará en sus funciones como «comandante en jefe». Tambien señaló que contribuirá a «seguir construyendo el poder nacional de Venezuela», en lo que aparenta ser un nuevo desafío frente a Estados Unidos. Algunas fuentes interpretan que el buró aumenta el control del Gobierno sobre el partido, lo que silenciará cualquier voz crítica desde el interior o dentro de los movimientos populares. Otras apuntan a que podría ser también una fórmula para apuntalar la continuidad del chavismo en caso de que Maduro se vea forzado a dejar el poder.
La junta constará de doce dirigentes con un alto peso en el régimen. Los cargos más importantes los ocuparán miembros del círculo más inmediato de Maduro en el Gobierno. Figuran, por ejemplo, Diosdado Cabello, el hombre de confianza del presidente y ministro de Interior, que seguirá al frente de la secretaría general; el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez; que será el subsecretario general del nuevo orgnismo, y el ministro de Educación, Héctor Rodríguez, que dirigirá el potente departamento de Movimientos Sociales, Poder Popular y Polo Patriótico. La propia Cilia Flores, esposa de Maduro, tendrá un cargo como secretaria de Estrategia.
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