Una jueza ordena el desmantelamiento de 'Alligator Alcatraz', la cárcel rodeada de caimanes impulsada por Trump
La magistrada de Florida Kathleen M. Williams impide el ingreso de nuevos internos y da sesenta días para su cierre por razones medioambientales
La controvertida política migratoria impulsada por Donald Trump ha recibido un nuevo revés judicial. Una jueza federal ha prohibido el ingreso de más presos en ... el 'Alcatraz' de Florida, el centro de detención para extranjeros abierto este mismo verano, y ha ordenado su desmantelamiento en un plazo máximo de sesenta días. La decisión de Kathleen M. Williams no tiene nada que ver con las condiciones que soportan los internos en esta cárcel –conocida como 'Alligator Alcatraz' por la presencia de caimanes– sino con razones medioambientales, ya que las instalaciones se habrían construido sin el correspondiente informe de impacto que marca la ley.
La prisión, que Trump aspiraba a convertir en modelo para otros centros de detención similares en el país, se levantó de manera exprés –en apenas ocho días– con tiendas de campaña sobre una pista aérea en desuso en medio de los pantanos de Everglades. El propio presidente la visitó un día antes de su estreno para dar el visto bueno al proyecto, cuyo mantenimiento anual se tasó en 4.500 millones de dólares. El 2 de julio abrió sus puertas, aunque para entonces ya pesaba sobre la instalación una moción registrada por grupos ecologistas y la tribu Miccosukee, que sostienen que 'Alligator Alcatraz' amenaza el delicado ecosistema de este rincón de Florida. Su construcción, alegaron, viola las leyes ambientales locales, federales y estatales.
La jueza Williams les ha dado ahora la razón. La orden emitida el pasado jueves amplía una suspensión de obras en la zona –firmada por ella misma hace un par de semanas– y exige la retirada de vallas, alumbrado, generadores, alcantarillas y demás elementos «instalados para sostener este proyecto», lo que significaría su cierre. «Causa daños irreparables en forma de pérdida de hábitat y aumento de la mortalidad de especies en peligro de extinción», argumentó la magistrada, que fue nombrada por el expresidente Barack Obama en 2011. Las autoridades de Florida, propietarias de las instalaciones, han apelado ya la decisión judicial, que no sólo supone un varapalo para Trump sino también para el gobernador de este Estado, el republicano Ron DeSantis.
Hasta 5.000 migrantes
El peculiar ecosistema de los Everglades consta de pantanos, ciénagas y humedales, y una fauna donde conviven caimanes y cocodrilos, panteras, osos negros, pitones birmanas y serpientes de cascabel, arañas o escorpiones, entre otros animales que el fiscal general de Florida, James Uthmeier, consideró «el mejor perímetro de seguridad que la naturaleza puede proporcionar». «Por si se escapan», avisó Trump durante su visita al centro de detención, con capacidad para albergar hasta 5.000 migrantes. Las autoridades de Florida explicaron entonces que allí se internaría a «lo peor de lo peor».
Grupos ecologistas y la tribu Miccosukee denunciaron el centro de detención por suponer un peligro para el delicado ecosistema de este rincón de Florida
La intervención de los ecologistas ha puesto en jaque esta 'joya' de la política migratoria de la Casa Blanca que arrastra varias denuncias de presos y abogados por las pésimas condiciones en las que viven los detenidos. Animales aparte, según estos testimonios, los internos pasarían jornadas enteras sin ver la luz, serían sometidos a torturas propias de Guantánamo y recibirán una asistencia médica deficiente. La idea es que los arrestados prefieran ser deportados a continuar en esa situación.
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