Los vídeos del presunto asesino de Charlie Kirk que han permitido su detención
El Congreso presenta una iniciativa de ley para velar a Charlie Kirk en la rotonda del Capitolio
Mercedes Gallego
Corresponsal. Nueva York
Viernes, 12 de septiembre 2025, 06:29
Toda la fuerza del aparato federal, estatal y municipal desplegada en la ciudad de Orem (Utah) no había servido anoche para encontrar al sospechoso de ... asesinar a Charlie Kirk, el fundador de la organización juvenil Turning Point que ayudó a Donald Trump a ganar las elecciones. Por eso el FBI, después de detener erróneamente a dos personas, distribuyó en la noche del jueves fotografías mejoradas del chico de pantalón vaquero y sudadera negra que se cree autor del disparo mortal, así como dos vídeos en los que se le ve huyendo por el tejado de la Universidad del Valle de Utah, con la esperanza de que los ciudadanos le ayuden a identificarlo. Finalmente la distribución de ese material ha dado sus frutos y el sospechoso ha sido detenido, según ha anunciado el presidente de Estados Unidos.
Para cuando hizo el anuncio, el FBI había recibido ya más de 7.000 pistas. Había mucho en juego. Kirk, de 31 años, no tenía ningún cargo público, pero era un amigo cercano de la familia Trump y un asesor político inestimable del movimiento de Make America Great Again (MAGA), que acaba de convertirlo en mártir. «No solo nos ayudó a ganar las elecciones de 2024, nos ayudó a contratar a todo el gobierno», dijo el vicepresidente J.D. Vance, que canceló su asistencia a los actos de aniversario del 11-S para volar a Utah y trasladar personalmente el ataúd de su amigo a su hogar de Phoenix (Arizona), en compañía de su viuda.
Pese a su juventud, que le permitió conectar con la generación Z y convertirla a la causa de Trump, el joven activista era tan influyente en el entorno del magnate que logró convencerle para que eligiese a JD Vance como vicepresidente. El día de su investidura gozaba de mejor asiento en la Rotonda del Capitolio que cualquier miembro del Congreso, «porque hizo más para elegirle que la mayoría de ellos», apuntaron en el círculo de Trump. Paradójicamente, será en esta rotonda donde se le vele, según la propuesta de ley presentada este jueves en el Congreso, como también lo fueron recientemente el expresidente Jimmy Carter y el congresista John Lewis, líder de los derechos civiles.
Por si no fueran suficientes honores, dos congresistas republicanos de Georgia, Andrew Clyde y Anna Paulina, han propuesto que se le dedique una estatua en el Capitolio. «Tenemos una de Martin Luther King, ¿no?», justificó Clyde.
El propio director del FBI, Kash Patel, se desplazó este jueves a Orem (Utah) para supervisar personalmente la investigación, algo que ni siquiera hizo J. Edgar Hoover cuando el presidente John F. Kennedy fue asesinado en Dallas. Con su muerte, Kirk ha pasado instantáneamente de ser un poder en la sombra para la mayor parte del mundo a convertirse en una figura de culto. Trump ha jurado capturar al responsable y ha puesto a disposición de esta causa todos los recursos del Estado. Pese a las múltiples entrevistas con testigos y vecinos, así como la revisión de numerosas de seguridad que han permitido rastrear sus pasos, el sospechoso seguía esta mañana sin ser identificado, lo que ha reavivado las críticas por la purga de lealtad llevada a cabo en el cuerpo, que ha resultado en la salida de los agentes más experimentados.
No es que faltaran pistas. El FBI informó de que, el autor del disparo al saltar del tejado, había dejado huellas de la palma de las manos y, por lo que se ve en uno de los vídeos difundidos en el que cojea, pudo haberse lesionado. Hay también, huellas de sus zapatillas Converse, de suela blanca, marcadas en la arena del área ajardinada en la que escondió el arma. Se trataba de un rifle de cerrojo inspirado en modelos de las guerras mundiales del calibre 30, con el que efectuó un solo disparo a 190 metros de distancia, tan certero que le impactó en el cuello desatando en el acto un caño de sangre.
«Ahora sabemos la diferencia que hace un milímetro», dijo en Fox el presentador Sean Hannity, al recordar cómo se salvó el presidente de un disparo similar que apenas le rozó la oreja. Trump ha prometido vengarse de la «izquierda radical», cuya narrativa culpa de la muerte de Kirk. «Es una ideología que está en guerra con la familia y lo natural, envidiosa, maliciosa y carente de alma», acusó el asesor presidencial Stephen Miller. En la diana están también los «pistoleros transexuales» de los que hablaba Kirk en el momento de su asesinato. Pese a haber habido solo cinco casos en los últimos diez años, según le debatía alguien del público, el primogénito del presidente, Donald Trump Jr, aseguró anoche en el programa de Sean Hannity: «Francamente, no puedo nombrar ningún tiroteo masivo en el último año o dos en Estados Unidos que no haya sido cometido por un lunático transgénero al que probablemente le han estado dando hormonas desde que tenía tres años».
Mientras a Kirk se le convierte por momentos en una figura mesiánica, los transexuales se han vuelto en la bestia negra que justifica la depravación demócrata contra la que el presidente se ha propuesto luchar. «Al igual que estuvo dispuesto a enfrentarse con el pantano, el establishment, los globalistas y la élite mundial», advirtió su hijo, con lágrimas en los ojos. «Os vamos a quitar de en medio», prometió.
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