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Las casas del líder republicano en el Senado de Estados Unidos, Mitch McConnell, y la de la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, aparecieron con pintadas Afp
El Congreso de EE UU coge forma con una brecha entre los republicanos

El Congreso de EE UU coge forma con una brecha entre los republicanos

La demócrata Pelosi, salvo sorpresa, volverá a liderar la Cámara de Representantes, aunque teme la espantada de alguno de sus legisladores por el virus

Diana MArtínez

Domingo, 3 de enero 2021, 20:48

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El nuevo Congreso de Estados Unidos, elegido en los comicios del pasado 3 de noviembre, coge forma ante la disparidad de las filas republicanas, alimentada por la insistencia de Donald Trump en el fraude electoral. El Congreso se reunió ayer por primera vez con dos asuntos de fondo. Por un lado, la creciente división entre los republicanos por la victoria del presidente electo, Joe Biden, y, por otro, la tarea de reelegir a la demócrata Nancy Pelosi como presidenta de la Cámara de Representantes.

La sesión comenzó con el recuento para determinar cuántos legisladores habían acudido a Washington, un asunto esencial para determinar el futuro político de Pelosi, la única mujer que ha ejercido como presidenta del hemiciclo. Faltaron ocho congresistas, en su mayoría por la pandemia. Las ausencias, no obstante, no evitaron que la demócrata de 80 años fuese reelegida, por cuarta vez, como presidenta de la Cámara baja. No obstante, logró los 214 apoyos que le hacían falta solo por dos votos, ya que dos demócratas votaron en contra y otros tres se abstuvieron.

En las elecciones del 3 de noviembre, en las que Biden salió elegido presidente, los demócratas perdieron diez escaños en la Cámara de Representantes y, aunque consiguieron mantener la mayoría, se quedaron con el margen más estrecho que cualquier partido ha tenido en los últimos veinte años. Así, Pelosi solo podía perder un puñado de votos si pretendía ser reelegida. Sin embargo, en una carta a sus correligionarios, la líder demócrata adelantó segura que en la votación de ayer se vería a un Partido Demócrata «unido».

Dos meses después de las elecciones, Donald Trump todavía se niega a reconocer la derrota. A pesar del rotundo fracaso de su frente judicial y la falta de pruebas contundentes, ha logrado sembrar dudas en la mente de la mayoría de sus partidarios, que prevén ser escuchados el miércoles en Washington.

'Marcha por Trump'

Esas manifestaciones, incluyendo una 'marcha por Trump', coincidirán con una sesión del Congreso destinada a registrar formalmente el triunfo de Biden, confirmado con 306 colegios electorales contra 232.

Por su parte, al menos doce senadores y unos 140 legisladores planean oponerse a la ratificación del triunfo de Biden. «El Congreso debería nombrar de inmediato una Comisión Electoral con plenos poderes para investigar y realizar una auditoría de emergencia de diez días de los resultados en los Estados en disputa. Una vez terminada, cada uno de los territorios evaluará los resultados de la investigación de la comisión y se convocará una sesión legislativa especial para certificar el cambio en el voto, si fuera necesario», apuntaron. El gesto fue inmediatamente agradecido por Trump vía Twitter.

La decisión provocó el rechazo en las propias filas republicanas. El senador por Pensilvania, Pat Tomeey, emitió un comunicado en el que acusaba a sus compañeros de «socavar» el derecho de los ciudadanos a elegir a sus gobernantes. «Han fracasado a la hora de probar sus alegaciones en tribunales de todo el país», subrayó, recordando que incluso el Departamento de Justicia no vio indicios de fraude. «Las pruebas de que ganó Biden son abrumadoras», continuó para finalizar asegurando que votó por Trump, pero que en la sesión del día 6 defenderá «vigorosamente nuestra forma de gobierno oponiéndome a este intento de descartar millones de votos».

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