El anuncio de la imputación impulsa la carrera de Trump hacia la nominación republicana

El anuncio de imputación ha inyectado un nuevo impulso a su popularidad de cara a su candidatura presidencial en 2024. Una nueva encuesta de Yahoo News/YouGov, revela que el expresidente ha ampliado drásticamente su ventaja sobre el gobernador de Florida, Ron DeSantis, en una hipotética confrontación en las primarias republicanas. En solo unos días Trump ha ganado 10 puntos porcentuales, y ahora ostenta un 57%, con un 31% de ventaja sobre DeSantis.

Aun con todo, comparado con el actual presidente Joe Biden, Trump sigue perdiendo por un 45% a 43%, una situación que repetiría su derrota de 2020.

En otra encuesta realizada por ABC News/Ipsos con respecto al caso del pago de 130.000 dólares con fondos de su campaña electoral a la actriz porno Stormy Daniels para que no revelara sus encuentros sexuales de 2006, el 45% de los estadounidenses se muestra a favor de la imputación. Y casi la mitad (un 49%) cree que Trump debería ser también imputado por su relación con el asalto al Capitolio.

Asimismo, una mayoría del 43% cree ahora que Trump debería suspender su campaña presidencial, mientras que el 35% considera que no. Con respecto a si la imputación penal obedece a una motivación política, el sondeo de opinión revela una discrepancia que corresponde al alineamiento político. La mayoría de los republicanos, el 79%, cree que sí tiene esa motivación, frente a solo un 16% de los demócratas y un 48% de independientes. En el conjunto de los encuestados, el 47% cree que hay motivos políticos, el 32% dice que no y el 20% están indecisos.

Jeb Bush, exgobernador de Florida y hermano e hijo de los expresidentes George Bush, fue ridiculizado en Twitter tras salir en defensa de Trump señalando que se trata, precisamente, de un caso «político».

En medio de toda esta vorágine, este domingo el exgobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, anunció oficialmente su candidatura a la nominación republicana de 2024, en un desafío directo a Trump, a quien pidió que se retire de la contienda ahora que se enfrenta a cargos penales. El anuncio sugiere que la fractura en el seno del partido republicano con respecto a la lealtad al expresidente empieza a aflorar en la esfera pública.

Por otra parte, a pesar de las peticiones, y para decepción de algunos, el juicio contra Trump no será televisado, ya que Nueva York es una de las pocas jurisdicciones del país que aún prohíbe las cámaras en los procedimientos judiciales, ademas del Estado de Luisiana y el Distrito Federal de Washington.

Muchas voces han argumentado que en estos momentos de baja confianza hacia los medios y los tribunales, el público debería tener acceso directo a la retransmisión para comprobar por sí mismo la solidez del caso del fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg. El argumento gana peso entre los que defienden la transparencia de una causa judicial que gran parte del público aún considera obedece a motivaciones políticas, como muestran las encuestas.

Los defensores de la retransmisión pública aducen otras razones, como los enormes riesgos políticos que conllevaría el juicio, dada la propensión de Trump y sus aliados a difundir desinformación y dominar el relato público con versiones falseadas de la realidad. Y dado que se trataría de un juicio histórico, el primero a un expresidente de EE UU, que además es un candidato político, una retransmisión del juicio garantizaría la transparencia de un caso con una evidente sobrecarga política.

Aunque el juicio tardaría en celebrarse aún muchos meses, quizá hasta un año, se ha sugerido que a Trump le interesaría políticamente retrasarlo lo más posible para hacerlo coincidir con la campaña electoral de 2024 y poder continuar explotando su imagen pública de 'víctima del establecimiento político demócrata'.