La comunidad ucraniana en las islas, bajo el impacto de una guerra esperada

Olesia Lylak Chyzovich, presidenta de la Asociación de Ucranianos de Canarias Dos Tierras, Dos Soles, afincada en Gran Canaria y con casi treinta años de vida de España, es una de las personas que vivió un día dramático. Su familia reside en Lviv, cerca de la frontera con Polonia y, como el resto de ucranianos, llevaba semanas atenta a una escalada de tensión donde lo diplomático dejó paso finalmente a lo militar. De hecho, el Gobierno de Kiev había advertido hace tiempo de que la intención de Moscú era una invasión total o parcial, una operación que arrancó a comienzos de semana con el reconocimiento de las provincias separatistas prorrusas y que ayer dio paso a un ataque frontal.

Olesia Lylak Chyzovich explica que la mayoría de ucranianos afincados en Canarias reside en Tenerife. En total son entre 1.600 y 1.800 los naturales de aquel país que viven en el archipiélago. «Estamos todos en contacto, lo vivimos con mucha preocupación y estamos viendo cómo podemos ayudar», relató a este periódico pocas horas después de que se conocieran la ofensiva rusa. Lviv tiene además estrechos contactos con la embajada y las representaciones consulares de Ucrania, con las que fue recibiendo información. En paralelo, los ucranianos domiciliados en el archipiélago se estaban poniendo en contacto para reunirse y valorar lo que sucedía, así como para darse ánimos entre ellos.

Lazos con las islas

«Aquí hay gente que lleva más de veinte años en Canarias y nuestra relación con las islas es muy estrecha», detalló Olesia Lylak Chyzovich.

De hecho, cada 30 de mayo, coincidiendo con el Día de Canarias, es habitual que los ucranianos se reúnan para festejar esa celebración, en encuentros donde la gastronomía canaria se combina con la ucraniana. Y también se dan cita para celebrar el día nacional de su país.

Asimismo, están pendientes siempre de la llegada de artistas de su país a las islas para acudir a los espectáculos, así como de eventos culturales que pongan en valor la tradición de Ucrania.

Para muchos ucranianos afincados en Gran Canaria, el punto de encuentro es el negocio de restauración que Olesia Lylak Chyzovich tiene en la playa de Arinaga, en el municipio de Agüimes.

En el caso concreto de los grancanarios, Alicia señala que se da la circunstancia de que las banderas de su país y de la isla «tienen los mismos colores y nos sentimos muy unidos».