Las protestas contra el Gobierno ensombrecen en Perú la fiesta nacional por su independencia

El arzobispo Castillo, que no tiene nada que ver con el expresidente Pedro Castillo, encarcelado desde diciembre de 2022, fue contundente y demostró que el país está en un momento de crisis importante. «El Perú de hoy todavía no ve la luz en esta situación concreta e histórica. Más bien es un pueblo vejado y abatido como oveja sin pastor que siente el peso de la oscuridad y la confusión», y recalcó que muy pocas veces la nación había llegado a un día de la celebración como este en una escenario con tanta incertidumbre, tensión y división política.

Boluarte, jefa del Estado, presidió este sábado la Gran Parada y Desfile Cívico Militar en uno de los actos conmemorativos de la independencia peruana que se vio deslucido por el clima de protesta en las calles. Ya la noche anterior, Lima fue testigo de graves altercados entre manifestantes y policías que dejaron al menos seis heridos, así como bloqueos de carreteras en el sur del país.

Durante cuatro días, en Lima se han producido movilizaciones en contra del actual Gobierno por grupos favorables a Pedro Castillo y también por organizaciones que reclaman un cambio de gobierno y nuevas elecciones y por otros ciudadanos que pedían justicia por los más de 60 asesinados a principios de año. Sólo a última hora del viernes -madrugada de este sábado en España- la Defensoría del Pueblo registró 14 puntos de bloqueo en vías del país, la mayor parte en el departamento sureño de Puno, y en total hubo protestas y paros en 21 provincias peruanas, lo que equivale al 10,7% del territorio.

En la sede del Legislativo recibió también abucheos Boluarte y pudo ver una pancarta de un congresista en el que se leía 'Dina asesina, renuncia', y otra que reclamaba un alto a la represión.

«Construyamos un país sin odios», fue la respuesta de Boluarte en su discurso de 72 páginas y de tres horas y media en el Congreso. El arzobispo había instado a las autoridades a reconocer «las muertes que esperan aún justicia y reparación». Boluarte pidió perdón e hizo una llamada a la reconciliación pero, al mismo tiempo, acusó a los manifestantes de estar a favor de una dictadura y exigió poderes extra para controlar la seguridad.

Unos días atrás el gobernador de Puno, Richard Hancco, había explicado que las protestas que se produjeron en el altiplano estaban dirigidas a pedir justicia por todas las muertes registradas en las movilizaciones contra el Gobierno. Hancco es uno de los dirigentes que más se opone a la continuidad de Boluarte al frente del Ejecutivo. «La señora Dina nos ha hecho mucho daño y debe renunciar. No puede haber un Estado con una sistemática violación a derechos fundamentales».

Las declaraciones de la presidenta fueron rechazadas igualmente por el gobernador de Junín y líder del partido Perú Libre, Vladimir Cerrón: «Que Boluarte haya pedido perdón por las muertes ocasionadas por la represión estatal implica el reconocimiento de los crímenes de Estado».