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Nicolás Maduro, durante un acto público. EFE
Maduro recurre al yerno de Chávez para recuperar el feudo de Barinas

Maduro recurre al yerno de Chávez para recuperar el feudo de Barinas

La decisión de repetir la elección en ese Estado, mítico para el oficialismo, tras ganar la oposición cuestiona el 'blanqueo' democrático que buscaba el mandatario venezolano

Dagoberto Escorcia

Bogotá

Viernes, 17 de diciembre 2021, 17:38

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Nicolás Maduro parece un doble de Daniel Ortega. No es ningún descubrimiento. Los dos son dictadores. Uno en Venezuela y el otro en Nicaragua. Ambos violan los derechos humanos y utilizan el poder como si fueran los amos absolutos de la voluntad de sus ciudadanos. Maduro quería lavar su cara de tirano para parecer un demócrata auténtico en las elecciones regionales del 21 de noviembre. Aceptó misiones internacionales para dar fe de la libertad que vive el país.

Ganó casi todo. Solo perdió los gobiernos de Zulia, Cojedes y Nova Esparta: 3 de 23. Pero no contaba con una cuarta derrota, Barinas, dominada por la familia de Hugo Chávez desde 1998. Y ahí se derrumbó su democracia y apareció el látigo del tirano. Anuló los comicios, convocó otros para el 9 de enero y actuó como Ortega: inhabilitó al candidato que había ganado y a tres más. Y a Zulia, para que no crezca más, le quitó el control de los peajes y el aeropuerto.

Las regionales, sobre el papel, tenían que representar el principio de una nueva historia de Venezuela, especialmente después de los diálogos en México entre el régimen y la oposición representada por Juan Guaidó. Maduro exigía el levantamiento de las sanciones y Guaidó un cronograma electoral con garantías serias. Sin embargo, la oposición pensó más en las presidenciales del próximo año y llegó dividida a las regionales.

Se sabía que Maduro ganaría casi todas las gobernaciones y las alcaldías, como así sucedió. La sorpresa, no obstante, se produjo en Barinas y también en las filas del hasta ahora considerado por más de una cincuentena de países como el líder del Gobierno interino de Venezuela: Guaidó. En la llamada ciudad marquesa, que cuenta con un millón de habitantes, el candidato del MUD (Mesa de Unidad Democrática), Freddy Superlano, no tuvo miedo a enfrentarse a la familia Chávez y lanzó un desafío serio que logró un apoyo importante en la capital de los llanos, principal centro económico y cultural de la zona y bajo lemas de «Unidad», «Barinas dice fuera los Chávez» y «¡No tenemos miedo!» venció a Argenís Chávez, que llevaba cuatro años gobernando. Los ocho años anteriores lo había hecho su hermano Adam y desde 1998 a 2008 el comandante Hugo Chávez.

El Centro Nacional Electoral, que parecía tener autonomía en esta ocasión, reconoció la victoria de Superlano, pero una semana más tarde, el Tribunal Superior de Justicia ordenó la repetición de las elecciones en Barinas tras recibir una acción de amparo constitucional interpuesta por Adolfo Superlano, que no tiene ningún lazo familiar con Freddy, quien alegó que se había producido la violación de los derechos constitucionales porque el vencedor no tenía que presentarse al estar inhabilitado. Uno de los acuerdos de los diálogos en México, asegura Freddy Superlano, permitía que participara.

El yerno del comandante

Ante la renuncia de Argenís Chávez a repetir candidatura el 9 de enero, Maduro ha designado a Jorge Arreaza, quien fue yerno de Hugo Chávez, y del que dicen que ni vive ni vota en Barinas. El informe de la misión de la Unión Europea señaló al final que en Venezuela no hay suficientes garantías electorales, tampoco independencia judicial y no se respeta el Estado de Derecho.

Pero no todo fue más descrédito para el régimen de Maduro. Las regionales también tuvieron efectos negativos en el hasta ahora líder de la oposición, Juan Guaidó. Uno de sus hombres de confianza y con mucho crédito, Julio Borges, renunció a continuar de canciller del Gobierno interino. No se quedó solo en una dimisión. Borges también atacó. Dijo que dimitía por la falta de una hoja de ruta, de unidad y de estrategia. Pidió que desapareciera la noción de 'Gobierno interino', al que acusó de pretender perpetuarse. Señaló que el mundo había dejado en la nevera el caso de Venezuela porque se habían cometido demasiados errores y no había habido transparencia en el dinero gestionado: «Necesitamos un espacio interno de movilización», concluyó Borges. El distanciamiento con Guaidó también se había producido por parte de María Corina Machado y Henrique Capriles, también importantes miembros de la oposición a Maduro.

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