Borrar

"Yo en mi vida había pasado tanto miedo, fue horrible"

Sábado, 22 de abril 2017, 01:00

Los pasajeros que este viernes viajaban en el Volcán de Tamasite no olvidarán en la vida una experiencia tan angustiosa. Cándido López, acostumbrado a viajar, lo reconocía nada más bajar del barco y justo después de abrazarse a su hermano, ya en el muelle. "De verdad, yo en mi vida había pasado tanto miedo". Cuenta que todo transcurrió en cuestión de minutos y que lo peor fue sentir cómo el barco iba a la deriva, con la gente en estado de pánico y a oscuras.

"Salimos de la bocana del muelle y justo cuando dimos la curva, se fue la luz; me extrañó, porque siempre debe de haber un motor auxiliar". Le calmó escuchar a un miembro de la tripulación decir que "iba a subir las palancas". Estaba sentado, tranquilo. Hasta que "de buenas a primeras veo que el barco se va a la banda derecha y en nada sentí un golpe espectacular, me di en la frente en la trasera del otro asiento, y empezó el pánico, toda la gente chillando, y a oscuras".

El relato de Cándido estremece. "Al perder el barco el control, empezó a girar, se acercaba al muelle y se iba, todo el mundo corriendo". Entonces fue cuando se puso de los nervios. "Ves a la gente llorando, unos se habían caído. Vi a dos en la parte de la popa, en el suelo, con unas mantas, con oxígeno y les estaban haciendo reanimación".

Otro pasajero, que prefiere no revelar su identidad, confiesa que lo peor fue el desconcierto. "Estaba en la cafetería, se fue la luz y me volví a mi asiento". Viajaba con su mujer y su hija de dos años. "De repente, se oye un estruendo y me caí de la silla hacia un lado, con todas las luces apagadas, todo el mundo alborotado, y nadie nos decía nada, asustados y con el barco de lado a lado", relata nervioso. "Al chico del bar casi se le cae la nevera encima".

Santiago Sánchez, en cambio, dijo que pasó más nervios atendiendo a los periodistas que en el propio barco. Coincide con López en que, después del desconcierto inicial, la tripulación hizo lo posible por atender a los pasajeros. "Estuvieron espectacular, todo el mundo atendiendo sobre la marcha, se desvivieron por la gente, nos daban agua, mantas, nos decían que no nos preocupáramos", contó López.

Más despistada salió Gaya, una podenco recuperada por una protectora de animales tras un abandono y a la que Mila Hidalgo había ido a recoger al muelle. La mujer que viajaba con Gaya en el barco fue trasladada a un centro hospitalario con una crisis de ansiedad. "Su mayor angustia fue porque no la dejaban ir al garaje a sacar a la perrita".

Sigues a Gaumet Florido. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

canarias7 "Yo en mi vida había pasado tanto miedo, fue horrible"

"Yo en mi vida había pasado tanto miedo, fue horrible"