Vivencias de la Neblina Tres Valles
Valleseco fue de nuevo el pasado sábado, 19 de diciembre, con la 2ª edición de la Neblina Tres Valles, una verdadera fiesta en la que las calles del pueblo y muchos de los senderos del municipio volvieron a ser protagonistas de las vivencias entusiastas de corredores, senderistas, voluntarios y público en general, pues todos, de una u otra forma, contribuyeron a la grandeza de este evento deportivo consolidado desde su mismo nacimiento.
Y no es de extrañar que haya ocurrido así pues a la hospitalidad, afecto y entrega de organizadores y vecinos, con su alcalde a la cabeza en todo momento, se une el que la prueba surge y transcurre en un entorno sugerente, bellísimo, donde la naturaleza y los rincones más llamativos de la arquitectura y los usos tradicionales de medianías y montes se dan la mano para crear una escenografía que, además de aportar un trazado más que adecuado técnicamente para este deporte, propone toda una verdadera celebración navideña de la carrera de montaña léase «trail» en el transcurso de su propia práctica por los senderos isleños que aquí se aparecen como un verdadero y personalísimo nacimiento canario.
Desde la pasada y primera edición oficial de la Neblina Tres Valles y digo primera «oficial» pues anteriormente hubo algunas ediciones de prueba, comprendí cómo en Valleseco el deporte y la cultura se han presentado de la mano, dando muestra que son ámbitos con naturaleza, objetivos y sensibilidades tan próximas, como ineludibles, pues el deporte en sí mismo es una parte muy significativa de nuestra cultura, en especial al entenderla como ese conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo en una comunidad humana determinada. Por ello allí pude ver, y disfrutar con ello, a muchísimas personas compartiendo un evento que sugería todo un acercamiento al ser y sentir de las tradiciones y la idiosincrasia insular, a un ámbito geográfico y natural cargado de historia y de costumbres, donde la práctica deportiva ha encontrado un verdadero y potente espacio para adentrarse en su futuro y su progreso, algo que debemos agradecer tanto al Ayuntamiento, como a los inquietos y efectivos integrantes del CD Neblina Valleseco Trail, que también participan de forma notable en muchísimas otras pruebas de trail dentro y fuera de Gran Canaria.
No es fácil una aceptación tan rápida y masiva de una prueba, pues siempre son muchos los interrogantes que deben ir aclarándose con el transcurrir de las ediciones, pero se trata de una carrera magníficamente organizada en la que GPS, brújulas o mapas se hacían absolutamente innecesarios en un recorrido perfectamente trazado y balizado, pese a lo intrincado y lo complejo de algunos de sus tramos, a la vez que contaba con un magnífico avituallamiento y una red de apoyo bien coordinada con fuerzas de seguridad y de protección civil. Todo un buen ejemplo de cómo se puede y se debe atender un evento de estas características, y pese a ello sus organizadores no dudaron en todo momento en estar dispuestos a escuchar y recoger las sugerencias e ideas que les aportaban muchos corredores y aficionados, con la enorme ilusión de contribuir a superar mucho más aún la importante oferta que hace la Neblina Tres Valles, una prueba que la inmensa mayoría consideran ya suya. Por ello la recuerdo en sus dos ediciones como una verdadera convivencia humana inolvidable tanto entre los participantes, como en su encuentro con quienes les arropaban a su paso por los diferentes barrios y lugares de todo Valleseco.
