Urbanismo espera al juicio en la licencia del Canódromo

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha decidido adoptar una postura salomónica y no va a contestar a la petición de la constructora Realia de dejar en suspenso la licencia de obras del Canódromo. Y no lo hará hasta que los tribunales decidan si el permiso está vigente o ha caducado ya, algo que se sustanciará, al menos en primera instancia, en el juzgado de lo contencioso-administrativo número 3 de la capital grancanaria. La promotora pidió en julio del año pasado al Ayuntamiento que acordara "la suspensión del plazo para iniciar las obras (...) hasta que se dicte sentencia firme" tanto en el juicio por la caducidad de la licencia como en el que está en curso contra el Plan General de Ordenación. Sin embargo, el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, reconoció este martes que este requerimiento aún no ha sido contestado. "Tendremos que esperar a que se resuelva judicialmente este asunto", expuso el edil, quien insistió en que le den la razón a los vecinos, o se la reconozcan a la empresa, los dos escenarios pueden resultar perjudiciales para la ciudad porque pueden suponer el pago de indemnizaciones o compensaciones a la constructora. "No vamos a mover ficha porque la ciudad es la que puede salir muy perjudicada", añadió el responsable municipal de Urbanismo, "la operación del Canódromo fue una muy mala decisión y además estuvo muy mal gestionada". Respecto al hecho de que el Ayuntamiento no haya respondido a la petición de Realia pueda suponer que siga corriendo el tiempo concedido en la licencia -en caso de que se dicte su vigencia-, Javier Doreste se limitó a decir que "eso dependerá de los jueces". En estos momentos está visto para sentencia el juicio por la negativa del Ayuntamiento a declarar la caducidad de la licencia de obras del Canódromo.