Una noche de sexo con extras
Antonio F. de la Gándara
Miércoles, 21 de octubre 2015, 11:51
La prostituta se confabuló con los tres ladrones, y supuestamente entre los cuatro intentaron desvalijar la casa del cliente de la meretriz. Dos de los tres presuntos ladrones y la mujer admitieron ayer como ciertos los hechos que sostiene la acusación.
La vecina de Las Palmas Estefanía M.R. y los también grancanarios Antonio R.P. y José Luis F.P. admitieron ayer ante la Audiencia de Las Palmas que en el otoño de 2013 se confabularon para asaltara la casa de un churrero de Vecindario usando como anzuelo a Estefanía , que tras ofrecérsele sexualmente y acostarse con él por dinero en la noche del 18 de octubre, les franqueo el paso a la morada los ladrones para que éstos, haciéndose pasar por guardia civiles, entraran energúmenos y atropellados, amordazaran y golpearan a la víctima e intentaran robarle sus pertenencias.
No tuvieron éxito, admitieron este martes ante el tribunal; salieron por piernas cuando el apaleado se zafó de sus ataduras y salió a la calle pidiendo socorro a alaridos.
La Sección Primera de la Audiencia dejó ayer visto para sentencia el caso de la noche de sexo con trampa, en el que la fiscal Beatriz Sánchez confirmó su petición de una condena atenuada para los tres acusados que admiten su culpa dos años para Estefanía y cinco para Antonio y José Luis, acusados también por tráfico de drogas como luego se verá y nueve años para el cuarto acusado, Antonio R.E., que no solo matiza el relato de la fiscal admite que llego hasta la puerta de la casa del churrero pero asegura que no entró sino que acusa a los otros de tenderle una trampa para salvar su cuello.
El juicio de ayer deparó un detalle, cuando menos, chusco: una segunda prostituta compareció a testificar y, por sorpresa al menos para la audiencia, admitió que había sido ella quien había tenido la idea de darle el palo al churrero, pero Estefanía, al enterarse, se había adelantado y la había ejecutado. «¿La llamó usted para decirle, eres una tal, te adelantaste?»; preguntó uno de los abogados a la testigo, omitiendo el calificativo. «Sí»; reconoció.
La Sala escuchó igualmente al churrero, que recordó el mal trago y dijo que precisamente quien le había pegado había sido Antonio R.E., el acusado que niega su concurso en el asalto.