Un plan para recuperar a Roque
Recuperar a Roque es la misión esencial que se han marcado en la UD después de que no hayan fructificado las negociaciones con el Sevilla para su traspaso. En el club saben que el futbolista está muy afectado por ver rota su ilusión de emigrar a Nervión y priorizan su restablecimiento para que contribuya y se involucre.
Roque quería irse al Sevilla y la noticia de que se frustraba su pase al Sánchez Pizjuán la acogió el viernes por la noche con contrariedad y rabia. Durante varias semanas había esperado el acuerdo que posibilitara su transferencia e, incluso, no dudó en reunirse con Miguel Ángel Ramírez para pedirle que facilitara su marcha. También fue elocuente el gesto de su agente, Luis Alonso, que viajó hasta Miami para mantener un encuentro con el presidente e insistirle en la misma dirección. Con la postura del futbolista bien definida, en la UD quisieron dar facilidades al Sevilla aunque sin menoscabar sus intereses. Así, establecieron la franja de diez millones de euros (una tercera parte de lo que estipula la cláusula de rescisión del jugador) y, en última instancia, terminaron proponiendo un pago a plazos si de esta manera se podía desbloquear una situación que finalmente ha encallado.
El distanciamiento entre Roque y UD ha sido inevitable a cuenta de este serial y Ramírez quiere dejar atrás todas las tensiones y asegurarse la máxima implicación del teldense. Porque no hay previsión de que se retomen gestiones para su salida y el escenario más probable es que deba continuar en la disciplina del club.
El presidente ya ha lanzado guiños a Roque con el fin de restablecer los lazos perdidos. El pasado viernes dijo públicamente que está dispuesto a revisar su contrato con el fin de mejorarle las condiciones económicas. No sólo se quedó en cuestiones pecuniarias. «Si se queda, saldremos ganando todos porque es un gran futbolista», ponderó recordando su categoría dentro del campo.
Quique Setién también tiene previsto hablar con el futbolista. Será hoy cuando se reencuentren tras las vacaciones y el técnico, que ya daba por perdido a un jugador fundamental en su esquema, remará a favor para que recupere la empatía con la UD. Psicología y afecto harán falta a partes iguales para que la normalidad regrese a una relación en la que la cuerda no ha podido tensarse más. Únicamente el paso del tiempo aclarará si se ha podido reconducir o no la situación. Pero por parte del club la maquinaria ya está en marcha.
