Borrar

Un Nicolás pa' Reyes

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El otro día me preguntaban lo que le iba a pedir a los Reyes Magos este año. Es la típica cuestión que nos plantean siempre por esta época las personas de nuestro entorno que prefieren ir a tiro hecho y comprarnos lo que deseamos o necesitamos y así no tener que estar volviéndose locos mirando y buscando algo que pueda ser de nuestro agrado. Realmente, en esta ocasión, por pedir, podría mencionar muchas cosas que a uno le haría ilusión, pero no hay algo en concreto que me haga perder el sueño de la noche del 5 de enero como cuando era joven y (aún) inocente.

Pero cada día que leo la prensa nacional, hay un personaje que se crece ante la adversidad y se viene arriba sin importarle nada ni nadie. Francisco Nicolás Gómez Iglesias Fran para los amigos es mi elegido, lo que quiero pa' Reyes. Es imposible tener tanta personalidad y lograr el mayor número de desmentidos oficiales por minuto y todo ello sin perder esa sonrisa socarrona que genera simpatías y animadversiones.

Yo quiero un Pequeño Nicolás. Me da igual perder la posibilidad de patentarlo y ganar algunas perrillas y por eso le doy pistas a los jugueteros para que fabriquen uno de cara a estas fiestas. Estaría dispuesto a pagar una suma interesante de dinero por un Pequeño Nicolás influyente y con flequillo que me arreglase las multas de tráfico, me evitase las colas en el banco, negociase rebajas en mis contratos de telefonía y seguro del coche y consiguiese entradas gratis para alguna fiesta chula o, incluso, la posibilidad de hacerme un selfie con Romeo Santos cuando venga a cantar en abril a Gran Canaria que, aunque no me gusta, siempre queda bien en el Facebook.

Es que, si lo piensan bien, mi idea solo tiene ventajas, aunque deberían fabricarse unidades limitadas porque no creo que haya tantos coches oficiales en la Isla para llevarnos de compras y evitar las colas navideñas a los afortunados en tener el muñeco del Pequeño Nicolás. Yo, con que me ahorre la caravana de El Sebadal todos los viernes, me conformo.

Pero bueno, por si acaso mi propuesta sea inviable, ya he comenzado a reunir material suficiente para parecerme lo máximo posible al espía más famoso de España. Ya tengo mi foto con Felipe y Letizia, también algún retrato con Rivero, Soria y Cardona, he estado de picoteo con empresarios de la elite local y hasta he pisado el palco del estadio de Gran Canaria, que no es el Bernabéu, pero da el pego. El primer paso lo he dado, aunque creo que para parecerme a mi tocayo me queda bastante. A pesar de mis fotos con Felipe, sigo pagando las multas como cualquier hijo de vecino y dedico 45 minutos para que Vodafone me solucione una simple duda. Probablemente, el no haber estado en las juventudes peperas me delata. ¡Ay si lo hubiese sabido antes!

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios