Un libro saca a la luz la vocación literaria de Pepe Dámaso
Desde 1954, el artista plástico Pepe Dámaso ha cultivado una pasión secreta: la escritura. En primavera, una selección de sus poemas, relatos, críticas de arte y reflexiones saldrá a la luz para desvelarnos una nueva faceta de su incombustible creatividad. El libro, que tendrá alrededor de 400 páginas, se titulará El vaho en el espejo.
Este libro es un proyecto añejo. La Fundación CajaCanarias estuvo a punto de publicarlo hace años pero, con la llegada de la crisis, quedó aparcado en un cajón. Ahora, el licenciado de Filología Hispánica y director del Festival MiradasDoc y de la revista digital de poesía, arte y pensamiento Piedra y cielo, Alejandro Krawietz, se ha puesto al frente de esta empresa que desvelará otra vertiente del poliédrico creador.
«El libro recoge un largo proceso de trabajo y estudio, pero no pretendo ser escritor», comenta Pepe Dámaso acerca de su prolongada afición a la escritura, una actividad que, confiesa, le ha aportado «la paz de la reflexión».
Dámaso señala que, durante toda su vida, se ha entregado a la reflexión y, en ocasiones, la ha llevado al terreno literario, «aunque sin pretensiones». No obstante, subraya que él cree en el arte total. «No soy capaz de hacer música, pero de escribir sí. Me siento cerca de la literatura, de hecho mi pintura está llena de referencias literarias», explica sobre su amor por las letras.
Así, el libro, que se prevé publicar en primavera, contendrá textos críticos sobre otros artistas, algunas reflexiones sobre su propia obra y el arte, homenajes a otros creadores y sus poemas. «La poesía, como la pintura, trasciende», sostiene el artista que admite que le da mucho reparo exponer esta nueva faceta. «Lo mío con la escritura es como cuando hice cine. No deseo competir con nadie. Solo busco el concepto del creador y si encuentro la posibilidad de expresarme, domino el lenguaje y soy un gran lector. ¿Por qué no escribir?»
TESTIMONIO DE UNA VIDA. El volumen reunirá textos escritos entre 1954 y casi hasta la actualidad. En ellos, Dámaso reflexiona sobre la vida, la muerte, el sexo y la pintura. Dámaso escribió de Pessoa, Lucía Bosé, Néstor, Tarkovsky, Manrique, las islas, los pintores, la rama; «de todo lo que me ha dado la vida», resume el autor.
UN LENGUAJE ROTUNDO CON TEXTURAS Y COLORES. Alejandro Krawietz sostiene que Dámaso, durante estas seis décadas, ha transitado por diferentes estilos influido por la literatura de cada época. «Como sucede con su obra plástica y su cine, su obra responde a la relación entre su manera de crear y lo que se está dando en la cultura», dice.
El crítico literario y poeta, responsable de LAS antologías La otra joven poesía española (Igitur, 2004) y La realidad entera de Ángel Crespo (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2005), confiesa que la poesía de Dámaso ha despertado su interés porque es el género en donde demuestra su potencial creativo a través de un trabajo que califica de «serio». Según explica, su lenguaje es fuerte, rotundo, muy profundo, «repleto de texturas y colores que componen una suerte de espacio barroco repleto de resonancias».