Toni Cruz, de gira por Sudamérica
Toni Cruz, director deportivo de la UD, regresa hoy a Gran Canaria tras dos semanas de trabajo repartidas entre Argentina y Uruguay. El ejecutivo del club ha aprovechado su estancia en Sudamérica para explorar un mercado que, históricamente, ha sido muy fértil para la entidad.
Cruz ha visto «muchísimos partidos», según especifica, y no ha limitado su radio de acción a las categorías profesionales. También presenció encuentros de juveniles y reservas, uno de los viveros menos atendidos del panorama y que también ofrece oportunidades interesantes. Su labor de campo se vertebró en los informes que ya había recopilado antes de emprender viaje («en Pío XII tenemos un amplísimo fichero de carácter internacional»), además de establecer contacto con agentes e intermediarios que pueden ser de utilidad en un futuro muy cercano. En suma, han sido catorce días en los que ha actualizado y ampliado conocimientos y que pueden servir para acometer algunas de las decisiones que pueden marcar el próximo proyecto.
Porque, a la espera de saber el escenario competitivo de la próxima temporada, intactas las posibilidades de ascenso, ya se desde hace tiempo se trabaja en la captación de futbolistas que reúnan las condiciones necesarias, en cuanto a calidad y precio, para ajustarse a los parámetros de la UD. «Ha sido un periplo muy interesante y del que, seguro, podremos sacar fruto de manera inmediata o esperando un tiempo. Lo importante es que la UD tenga el mayor alcance posible a la hora de buscar recursos. Y, a la vez, maneje información propia y presencial como la que ahora hemos obtenido», indicó.
Cruz vivió el derbi ante el Tenerife a miles de kilómetros de distancia, aunque la tecnología le permitió salvar el Atlántico y seguir el minuto a minuto del encuentro con total nitidez. «Por la televisión se me fue la señal cuando quedaba un cuarto de hora, pero a través de la radio estuve conectado al Gran Canaria. Cuando marcó Vicente me puse a dar unos gritos tremendos de alegría, pero estaba en la calle y la gente comenzó a mirarme pensando que estaría loco... Fue un momento divertido aunque pasara un poco de vergüenza», dice.