El ‘surfski’ es conocido como piragüismo de mar. Esta disciplina no es solo travesía, los deportistas surcan los mares y surfean las montañas de olas que se forman mar a dentro, sin miedo a la serie. Alejados mínimo una milla de la costa, tienen que tomar precauciones básicas. La competidora y entrenadora de ‘surfski’ Sara Martí nos habla de su deporte.
Sara Martí es natural de Las Palmas de Gran Canaria, y palea día a día en las aguas privilegiadas de nuestro Atlántico. Esta deportista y empresaria de 31 años, es Doctora en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y lleva paleando en piragüismo desde los 9 años.
Entrenadora nacional y tercera clasificada del campeonato de España, Sara Martí explica esta nueva modalidad de agua salada y acción: «El surfski o piragüismo de mar abierto. Consiste no solo en alejarte unas millas de la costa para avanzar, sentada, por el mar; la serie de olas, que recorre miles de kilómetros hasta romper en la orilla, ya viene formada desde hace mucho. Con la piragüa y siempre a favor de la ola, surfeas mar adentro, y te da un empujón para continuar la marcha, pala en mano». Martí presume: «Canarias es uno de los mejores sitios del mundo para hacer surfski, se dan las condiciones idóneas para este deporte», destaca la entrenadora, que además añade: «Han venido australianos y sudafricanos y se han quedado impresionados de que podamos practicarlo todo el año, y sin tiburones». Los alisios, la constante en las olas y el clima son los tres requisitos que reúnen las Islas para este deporte. Se puede decir que el surfski acaba de nacer en el Archipiélago, se practica desde hace unos seis años -no hay que confundirlo con el kayak surf, que es con otro material y surfeando las olas de la misma playa- aunque solo desde hace tres años está abierto al público. Sara Martí es socia junto con el actual campeón de España, Esteban Medina, de varias escuelas de piragüismo donde se puede aprender a navegar y cruzar las montañas del mar adentro.
‘Downwin’. Consiste en salir de un punto y llegar a otro, con un 70% de ola y viento a favor. El que llega primero gana. «Hace falta mucha resistencia y fuerza, tienes que saber leer muy bien las olas, enlazándolas unas con otras para ahorrar energía», explica Martí. Las competiciones suelen ser de 15 o 21 km aunque el Mundial en Tahití fue de 31 km.