Borrar
Sin respuestas desde la estrategia

Sin respuestas desde la estrategia

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La idea innegociable sobre la que Sergio Lobera quiere que gravite su Unión Deportiva está supeditada a dos propuestas tácticas. Ambas fueron ensayadas con mayor o menor rigor durante la pretemporada; las dos han sido ejecutadas de forma poca afortunada en las dos semanas de temporada disputadas hasta el momento.

Lobera defendía en la sala de prensa de Mendizorroza que el cambio de planteamiento observado desde el estreno frente al Deportivo de La Coruña y la segunda jornada ante el Alavés no era una mutación, sino la demostración de que sus futbolistas han asimilado con naturalidad ambas propuestas desde que empezaron a sudar en verano.

Sin embargo, de forma maldiciente, desde el corazón del equipo se asegura que el entrenador nunca había testado en fechas recientes la convivencia de Vicente Gómez y Javi Castellano en el doble pivote, hecho que se produjo en el rigor de la competición oficial en Vitoria. Es difícil de verificar, ya que el entrenador acude cada vez más a la clausura de los entrenamientos, pertrechándose para una situación demasiado inflamable con tan poca temporada cubierta.

Eso es solo un síntoma. Lobera es fuerte en su núcleo de trabajo. La lealtad de Juan Carlos Socorro y Manu Sayabera es un valor del que puede presumir el entrenador aragonés, pero otros valedores dentro del club de la figura del entrenador se muestran algo sorprendidos con algunas actitudes del entrenador. Como muestra, la lectura del partido ante el Alavés. «Es la primera vez que le escucho hablar de esa forma. El equipo no creó oportunidades, y el Alavés tuvo el control del partido», exponen desde dentro de la entidad en respuesta a la apreciación del técnico, que entendía que el fútbol no había premiado los méritos de la Unión Deportiva en Vitoria.

Este hecho preocupa dentro del club, entendiendo algunos que puede ser un mecanismo de defensa ante erosiones externas que puedan nublar su juicio en la gestión del equipo.

Hay demasiados puntos de fuga que relucen indistintamente de la disposición táctica empleada. Una de las observaciones superficiales es la impericia creativa en ataque. El equipo no genera, desde los principales amistosos de la pretemporada en los que no anotó ni un gol, hasta los dos primeros encuentros de la temporada.

En Vitoria, salvo el gol de Chrisantus, no hubo trabajo para Goitia, el portero local. A pesar de eso, el entrenador defendió la supuesta superioridad de sus jugadores. «Se dice que necesitamos un delantero centro, pero eso no solucionará nada. Si no generamos oportunidades, quién las va a rematar», indican en Pío XII.

Pero no es el único pero que se le pone. «El equipo es muy largo, desde la defensa al ataque hay mucha distancia. Las líneas están muy separadas y eso complica mucho todo», indican desde la comisión deportiva.

Esa situación propicia que Juan Carlos Valerón sea un activo menos capital de lo esperado. El jugador de Arguineguín, a sus 38 años cada vez más dependiente de su último pase, está obligado a recorrer muchísimos metros para contactar con el balón. De ahí la anarquía táctica que el propio Lobera le reconoció el día del Deportivo de La Coruña. «Valerón bajó muchos metros para contactar con el balón por decisión propia, para poder tenerlo», dijo el técnico.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios