Ribeiro, o el trato «pasional» de la tradición en el fado

Colaborar con Olga Cerpa y Mestisay, aseguró ayer en conversación telefónica el cantante portugués Ricardo Ribeiro, «es un gran placer» porque se ha unido a «un proyecto interesante, relacionado con el fado, con el sonido del Atlántico, y las influencias de nuestra tradición ibérica». Eso, añadió el músico, «incluye a la mezcla el aire Mediterráneo» y significa que «cada uno podemos hacer cosas muy interesantes, cosas muy sencillas y bonitas» con independencia de dónde se venga. Su sonido, afirmó, no es «portugués», sino que es el sonido de su «alma» y de su «corazón». Cerpa, continuó el fadista, «también canta con mucha alma y con mucho corazón», así que quienes acudan a la presentación de Estación Lisboa en el teatro Cuyás van a poder escuchar, explicó, «un concierto que tiene mucha sangre y alma». Para cantar fado, dijo el músico, hace falta «amar lo que se hace y respetarlo». A su juicio se puede «hacer lo que se crea con esa música, basta que se la ame o se la respete». Y para eso, señaló, no hace falta siquiera entenderla. A él mismo, dijo, le parece excelente la voz de la cantante egipcia desaparecida Umm Kulthum, aunque no entienda sus letras. «Pienso que la música es un lenguaje universal. Cuando escucho a Kulthum es una mujer que me inspira mucho, para mí es una de las mejores cantantes y no entiendo nada de lo que canta, no entiendo sus palabras, pero su música me llega al corazón. Y eso se puede sentir con tangos, con música flamenca,... con lo que sea». Ribeiro no está en contra de la globalización, se considera «un hombre del siglo XXI», pero sí reclama «respeto a la cultura de cada uno. Con esa idea podemos ser más felices. La esencia de cada uno es, para mí, lo más importante y hay que respetar la características de cada cultura. Yo pienso que es más importante el contenido que la forma, más importante el mensaje que lo que podemos hacer».

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